DE LINDES
Desde hace unos años la mayor parte de los gobiernos del mundo, comenzaron a concentrar sus esfuerzos en el medio ambiente, en las energías limpias y en el cambio climático, por lo cual la transición hacia energías limpias se convirtió en el objetivo principal de gobiernos como Dinamarca, Noruega, Alemania y Suecia, lo cual si bien es una decisión que en principio fue aplaudida por todos, la realidad poco a poco fue logrando que muchas personas se cuestionaran si esa transición no solamente era posible, sino también beneficiosa para todos.
Porque no bastaba con que el gobierno tomara la decisión de efectuar la transición, ya que esto requería de un análisis más profundo y de establecer soluciones para quienes podrían verse afectados por estos cambios, y al no hacerlo, los problemas comenzaron, tal como hoy ocurre en Alemania, en donde desde que en el 2021, la Unión Europea, diera a conocer el reglamento sobre el clima, con el cual se pretende reducir en un 55% las emisiones contaminantes, muchos comenzaron a cuestionar cuál sería el método para lograrlo, porque previeron que dicho método no estaba tomando en cuenta a ciertos sectores, lo cual se hizo evidente cuando el gobierno encabezado por Olaf Scholz, diera a conocer la eliminación de los subsidios del diésel, un combustible esencial para la agricultura de dicha nación, lo cual representa un duro golpe a su economía y a su capacidad para seguir ejerciendo la que probablemente sea la actividad más esencial para una nación, provocando que miles de agricultores salieran a las calles para manifestar su rechazo absoluto, paralizando Alemania y llegando a un punto tan álgido que un importante sector de la ciudadanía que apoya a los agricultores, comenzó a levantar la voz, exigiendo nuevas elecciones, por lo que la estabilidad del país parece no estar en su mejor momento
Si bien es cierto las energías renovables aportan enormes beneficios para el planeta, el pretender que los cambios se pueden lograr sin tomar en cuenta los intereses de todos, rebela un profundo desconocimiento de los intereses de todo un país, y como este es un problema que afecta no solo a la agricultura alemana, sino a toda Europa, las voces que rechazan han ido en aumento y expandiéndose poco a poco por todo el continente, lo cual si bien no es algo nuevo como ya se vieron en las protestas llevadas a cabo en el 2022 por los granjeros holandeses, hoy en día el rechazo no solo proviene de este sector, porque muchas otras personas que ven la situación comienzan a ver que lo que sucede en la agricultura afecta a todos y no hay forma de estar ajeno a sus conflictos, porque como dijo Wendell Berry; “Sin importar que tan urbana sea nuestra vida, nuestros cuerpos viven de la agricultura; nosotros venimos de la Tierra y retornaremos a ella, y es así que existimos en la agricultura tanto como existimos en nuestra propia carne.”
JESSICA WOOLRICH