La Franja de Gaza se enfrenta a una grave crisis humanitaria que amenaza con dejar a más de un millón de personas sin acceso a alimentos, según estimaciones de las Naciones Unidas y varias organizaciones de ayuda. La situación se ha deteriorado rápidamente debido a las restricciones impuestas por las autoridades israelíes, que han bloqueado la entrada de suministros esenciales en los últimos meses.
De acuerdo con datos proporcionados por el diario The Guardian, la mayoría de los camiones con alimentos y suministros médicos se encuentran varados en Egipto, incapaces de cruzar los estrictos controles militares en el paso fronterizo de Kerem Shalom, controlado por Israel. Esta situación ha reducido drásticamente el ingreso de ayuda a la Franja, poniendo en peligro la vida de cientos de miles de personas.
Sam Rose, director adjunto de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, explicó que las reservas de medicamentos, agua purificada y otros suministros esenciales están agotándose rápidamente. «Estamos viendo un riesgo creciente de enfermedades infecciosas debido a la falta de suministros básicos», advirtió Rose. Añadió que la cantidad de ayuda que ingresa a Gaza es «insuficiente» para cubrir las necesidades más urgentes de la población.
La ayuda llega a cuentagotas
La entrada de ayuda humanitaria a Gaza ha sido extremadamente limitada. Según cifras de la ONU, en julio ingresaron en promedio 100 camiones diarios, pero esta cifra cayó a la mitad en agosto. En lo que va de septiembre, apenas 147 camiones han cruzado la frontera, una cantidad mínima frente a las necesidades de la población, y que no logra aliviar el desastre humanitario que se vive en la región.
Amed Khan, fundador de la organización de ayuda Elpida, declaró a The Guardian que no han logrado introducir suministros médicos en Gaza durante meses, lo que agrava aún más la situación sanitaria. «La cantidad de ayuda que entra es lo mínimo necesario para que los palestinos no mueran de inanición de inmediato», sostuvo Khan.
Además, el bloqueo israelí ha generado un aumento en los costos logísticos, ya que miles de camiones permanecen detenidos en Egipto, acumulando millones de dólares en gastos mensuales. «El atasco en Kerem Shalom no solo impide el acceso a los alimentos, sino que también afecta negativamente a las operaciones humanitarias debido a los retrasos y sobrecostos», explicó Rose.
Restricciones en los pasos fronterizos
Las autoridades israelíes han mantenido estrictas restricciones sobre el acceso a Gaza desde que tomaron el control del paso fronterizo de Rafah en mayo. Según un informe de organizaciones no gubernamentales citado por The Guardian, Israel solo permite que 30 camiones ingresen semanalmente a través del paso «Puerta 96», lo que limita severamente la capacidad de suministro.
Entre los bienes retenidos se encuentran alimentos, ropa y pañales, todos esenciales para la población vulnerable de Gaza. El informe también destacó que la capacidad de los vehículos para cruzar la frontera está sujeta a «decisiones arbitrarias», lo que ha exacerbado la crisis.
El conflicto bélico agrava la situación
La crisis humanitaria ha sido intensificada por el conflicto entre Israel y Hamás. El 7 de octubre de 2023, Hamás lanzó un ataque coordinado contra comunidades israelíes, lo que desencadenó una dura respuesta militar por parte de Israel. Desde entonces, la ofensiva israelí ha dejado más de 41.000 muertos en Gaza, según cifras del Ministerio de Salud de Gaza, controlado por Hamás. Los heridos superan los 94.000, lo que ha desbordado los ya colapsados servicios de salud en la región.
A medida que la guerra continúa, la población civil es la que más sufre. Las agencias internacionales y las organizaciones de derechos humanos han hecho reiterados llamados para que se permita el acceso de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza, pero hasta ahora las medidas de bloqueo y los ataques no han cesado.
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