HÉCTOR MOCTEZUMA DE LEÓN
Ninguna. El Movimiento Estudiantil de 1968 nunca tuvo el nivel de una conjura para tratar de imponer el socialismo en México; eso fue un invento de los conservadores de la época con el fin de hacer un favor al gobierno de Gustavo Díaz Ordaz que por aquellos días tenía el gran compromiso de sacar adelante los XIX Juegos Olímpicos cuya sede fue nuestro país.
México nunca estuvo al borde de una dictadura del proletariado, ni el Movimiento representó el peligro de una guerra civil que desestabilizara al país, con las consecuencias que eso acarrea. El Movimiento Estudiantil fue utilizado para una disputa por la sucesión presidencial de 1970, en la que los principales protagonistas fueron Luis Echeverría, entonces Secretario de Gobernación; Alfonso Corona del Rosal, regente del entonces Distrito Federal y el tamaulipeco, Emilio Martínez Manautou, considerado el mejor amigo, dentro del gabinete de Díaz Ordaz.
Muchos de los dirigentes del Consejo Nacional de Huelga, (CNH) eran en realidad agentes de gobernación bajo las órdenes de Fernando Gutiérrez Barrios, por aquellos días, hace 51, director del la Federal de Seguridad el brazo represor de la Secretaría de Gobernación, era el hombre en el que el Secretario se apoyaba para estar muy bien informado sobre los acontecimientos políticos del país en especial del movimiento de los estudiantes y de izquierda.
La famosa conjura internacional fue un mero invento, desde el punto de vista de la geopolítica, los Estados Unidos nunca iba a permitir que en su patio trasero hubiera un régimen socialista, lo que no sucedió con Cuba y posteriormente con Nicaragua, este último ahora propiedad de Daniel Ortega Saavedra y su esposa y desde luego no de ideología socialista.
Echeverría en contubernio con el jefe del Estado Mayor Presidencial, Luis Gutiérrez Oropeza, le crearon un escenario de conjura al presidente Díaz Ordaz, que en el fondo fue la maniobra del inquilino de San Gerónimo para ganarles la partida a Martínez Manautou y Corona del Rosal, lo que al final logró. No hubo conjura como tal y la represión se dio cuando ya el movimiento iba en caída libre. Luego se mantuvo un tiempo en la cárcel a los dirigentes del CNH para legitimar la acción, conjura: la manga, a otro perro con ese hueso.
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Con su declaración a Televisa, el ex –gobernador de Veracruz, Javier Duarte, se hizo el harakiri porque en Palacio Nacional se interpretó como que revelaba de que tenía asegurada la protección del presidente Andrés Manuel López Obrador y eso le molestó al tabasqueño, por lo que sí pensaba salir del reclusorio en los próximos meses, tendrá que aguantarse un rato más bajo la sombra…Con justa razón los estudiantes del Tecnológico corrieron a Felipe Calderón, quien pretendía dar una conferencia en el campus estudiantil, sin haber resuelto del caso de los dos estudiantes del ITESM, que fueron acribillados por elementos del ejército durante su sexenio. ¿López Obrador ya se quejaría con los padres de los encapuchados que se infiltraron en la marcha para recordar el 2 de octubre de 1968, como lo dijo en la mañanera de este miércoles? Por cierto, ¿por qué al Hotel Hilton Alameda le pusieron un blindaje especial para protegerlo de los vándalos?
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@HctorMoctezuma1