MOISÉS SÁNCHEZ LIMÓN
¿Por qué, ahora, la prisa de diputados federales de Morena y Encuentro Social de recortar a 50 por ciento e incluso a cero el financiamiento público a los partidos políticos, cuando ya no hay tiempo para una reforma política y fracasaron en el intento en diciembre del año pasado?
El factor, sin duda, se llama sobrevivencia y el recorte se aplicaría, en todo caso y de proceder, para el Presupuesto de Egresos de la Federación de 2021. Tarea imposible de concretar. Veamos.
Mario Delgado Carrillo, coordinador de los diputados federales de Morena, fracasó en ese intento en los últimos días del periodo ordinario de sesiones que concluyó el pasado 15 de diciembre de 2019. La bancada del Partido del Trabajo de plano se negó a apoyar el dictamen relativo al recorte de las prerrogativas que reciben los institutos políticos con registro, sólo contó con el respaldo de los legisladores del PES porque incluso la bancada del Verde Ecologista hizo mutis.
Mire usted, para modificar el artículo 41 constitucional y reducir en 50 por ciento el financiamiento a los partidos políticos, se requería de mayoría calificada, es decir, 320 votos del quórum presente, en tratándose de una reforma constitucional.
Delgado Carrillo vio desmoronarse esa ilusión de destinar a la oposición a la inanición presupuestal y debilitar su margen de maniobra, cuando el 12 de septiembre del año pasado, en el tablero del salón de plenos se registraron 274 votos a favor contra 207 votos en contra y cero abstenciones.
¿Habrán cambiado de opinión Gerardo Fernández Noroña, quien votó en contra de la iniciativa impulsada por Morena? ¿Tendrán otra postura la nomenklatura del PT y la satelital del Verde Ecologista?
El caso es que de pronto la bancada del PES ha retomado esta pretensión para resucitarla en el periodo ordinario de sesiones febrero-mayo próximo, con el mismo objetivo de debilitar las finanza de la oposición para que, menguada, tenga reducido el margen de campaña de sus candidatos a gobernador y, esencialmente, a diputados federales en los comicios intermedios del año entrante.
Pero, en la medida en que esa tarea tenga pocas o nulas posibilidades de prosperar en votos en la Cámara de Diputados, cobra fuerza la versión de que los partidos integrantes de la coalición Juntos haremos historia se alistan para reagruparse y formar nuevamente ese bloque, con el fundamento toral de evitar la debacle en los comicios intermedios de 2021.
Y es que, para efectos de la Cuarta Transformación la derrota electoral implicaría perder hegemonía en el Congreso de la Unión porque se trata de una fuerza política integrada por los 259 diputados federales de Morena más 34 del PT, 26 del PES, 13 del PVEM y 4 sin partido que abandonaron las filas del PRD.
Sin ese respaldo, las iniciativas del inquilino de Palacio estarían destinadas al fracaso y Ricardo Monreal tendría que ampliar su campo de influencia en el número de diputados federales de Morena e integrantes de los partidos asociados, PT, PVEM y el “nuevo” Partido Encuentro Solidario que está en vías de obtener su registro y reactivarse sobre la estructura del registro perdido en septiembre de 2011 junto con el Partido Nueva Alianza.
¿Contaría la 4T con el respaldo de los diputados federales del nuevo partido Grupo Social Promotor (rémora del Partido Nueva Alianza) que lleguen, de lograrlo, al Palacio Legislativo de San Lázaro? Es posible, sobre todo una vez que el grupo encabezado por Luis Castro Obregón rompió con la maestra Elba Esther Gordillo.
Cosas de la vida. Castro Obregón fue secretario particular de la maestra y, en 2011, cuando el andaba en busca de dirigente de Nueva Alianza Roberto Campa Cifrián fue consultado invitado a ocupar la presidencia del instituto político de estructura magisterial. Pero, Campa se disculpó y no aceptó la oferta.
Entonces, Castro Obregón fue contactado en España y se le instruyó regresar a México para rendir protestar como nuevo dirigente del PANAL. Sin embargo, a Castro Obregón le pesó la orfandad cuando la maestra cayó víctima del cobro de facturas que le aplicó Enrique Peña Nieto con el apoyo de su amigo Alfredo Castillo Cervantes, quien coordinó el operativo para detener a la maestra Gordillo en el aeropuerto internacional de Toluca.
En fin, Castro Obregón como dirigente de Nueva Alianza perdió el registro de este partido y se trazó la meta de construir otro partido que, en febrero próximo, podría conseguir su registro ante el Instituto Nacional Electoral.
Hace un año, por ahí del Día de Reyes, Luis Castro sostuvo que no se reviviría a Nueva Alianza, que se crearía otro partido sobre las que llamó alianzas estratégicas. ¿Llegaron las alianzas? Todo indica que sí y que, desde cuando rindió protestar como presidente del PANAL, el 30 de junio de 2011, continuará al frente de esta apuesta política al frente del Grupo Social Promotor, que junto con el PES tendría un carácter importante como partido gozne que permita lograr mayorías.
El Grupo Social Promotor ha cumplido los requisitos como asociación política con más de 259 mil ciudadanos afiliados y ha realizado 241 asambleas, por encima de las 200 requeridas por el INE. ¿Participaría con candidatos propios en 2021? ¿Hará alianza con MORENA?
En tanto, el pasado 23 de noviembre, en Monterrey, Nuevo León, integrantes del grupo que encabeza la tarea de lograr el registro del que se denomina Partido Encuentro Solidario, construido sobre la estructura del PES porque en realidad es el mismo, informaron haber cumplido con las asambleas requeridas. La meta de Encuentro Solidario de 300 asambleas, se ha cumplido.
Así, del PES no hay duda de su objetivo aliancista con Morena para sobrevivir en los comicios intermedios de 2021. Por eso su insistencia de retomar la iniciativa que fue rechazada en diciembre del año pasado por la oposición legislativa que impidió concretar la mayoría calificada.
Jorge Argüelles, coordinador de la bancada del PES en la Cámara de Diputados argumenta que, para fortalecer la democracia mexicana hay que reducir a cero el financiamiento público a partidos pero permitir la coalición desde la primera elección, solo así competirán las plataforma sociales, políticas y económicas de los partidos”.
¿Usted le cree?
Dice que con ello los partidos se verán obligados a proponer ideas y principios antes que hacer derroche de recursos que desde un principio provienen de los impuestos que pagamos los mexicanos; y la sociedad podrá valorar desde otro ángulo a los partidos políticos.
Planteamiento sin duda con buenos deseos, pero carente de sustento serio, sin opciones y candados para evitar que los poderes fáticos aporten recursos a las campañas políticas o que, de plano, impongan candidatos. ¿Por qué el temor; por qué la prisa?
¿No que la oposición es la que anda desesperada? Digo.
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