DE FRENTE Y DE PERFIL
RAMÓN ZURITA SAHAGÚN
La sucesión presidencial, iniciada anticipadamente, aunque traten de disfrazarla, es uno de los bocados deliciosos de la política mexicana, ya que abre el apetito de los interesados en esa actividad y atrae a los que no lo están.
Como siempre desde el principio aparecen los favoritos para ser candidatos dentro del partido en poder, ya que solamente en tres ocasiones se han dado la alternancia y en el resto de los 94 años, ha ganado el partido en el poder.
Primeramente, fue el PRI el que sucumbió ante Acción Nacional y doce años después se produjo el regreso de los tricolores, a los que solamente les duró un sexenio más el poder presidencial, dando paso a MORENA.
México no es un país de grandes cambios, solamente se producen cuando les llenan de piedritas el hígado y es por eso que las tres alternancias se produjeron en un lapso de 18 años.
En la actualidad se aprecia un Presidente en la plenitud del pinche poder (recuerdos de Fidel Herrera) y quien se precia ser un gran conocedor del comportamiento humano, razón por la que el delineó a sus “corcholatas” y aun invitado más, dentro de MORENA.
De entre ellos cuatro (se reducirán a tres) se encuentra el candidato o candidata de MORENA y por ende, seguramente, el próximo Presidente de la República o la primera Presidenta del país.
El Ejecutivo federal ha sido muy selectivo en elegir a los que podrían competir, ya que, de una docena de prospectos, redujo a solamente tres las llamadas “corcholatas”: Claudia Sheinbaum, Adán Augusto López y Marcelo Ebrard, a base de tesón, Ricardo Monreal fue incluido entre los favoritos, aumentado la cuota a cuatro.
Es cierto que los aliados de MORENA decidieron poner su propia ficha, sin posibilidad alguna de convertirse en candidato presidencial de la coalición de Juntos Haremos Historia.
Tocando el tema de los tres más sólidos y, eventualmente, populares aspirantes, vale la pena echar una revisada sobre los aspectos que le encuentra el Presidente a cada uno de ellos, ya que es ampliamente conocido que las encuestas son solamente un pretexto y que será el Ejecutivo federal el que defina al abanderad@.
Es sumamente conocido que Claudia Sheinbaum parte como favorita y que ella es la más cercana a Andrés Manuel López Obrador, ya que en ella ve una política esculpida a su imagen y semejanza, confía en que ella lograría darle continuidad al proyecto de la 4T y seguiría por el rumbo de la radicalización, por su formación en los grupos de la extrema izquierda en la Universidad Nacional Autónoma de México, donde formó parte del CEU, al igual que su entonces esposo Carlos Imaz.
Adán Augusto López, paisano y “hermano” del Presidente es un político moderado que sería bien recibido en gran parte de la sociedad y que además garantizaría la gobernabilidad, como lo ha hecho desde que se sumó al proyecto federal. Adán recompuso la relación de la federación con los estados, revivió a una apagada secretaría de Gobernación, recuperó nexos con los otros poderes y le dio sentido al poder político.
Marcelo Ebrard es el tercero en discordia, es considerado el más políticos de los tres, con un amplio reconocimiento a nivel internacional, ubicado como moderado y ansioso de ser el candidato presidencial, ambición que no comulga totalmente con el Presidente. Marcelo está consciente (o lo cree así) que el Presidente le debe la candidatura y que se la dará por la cesión que él mismo le otorgó en 2012. Hay quienes ven un tono de rebeldía por parte del ex secretario de Relaciones Exteriores y creen que se encuentra listo para dar el paso de la muerte.
Ricardo Monreal la cuarta “corcholata”, catalogado como el “colado” no entra en la panorámica presidencial.
De los otros personajes que entran en la dinámica de la encuesta, hay quienes afirman que sería mejor que Gerardo Fernández Noroña debía optar por la candidatura presidencial del PT y darle, tal vez, siete u ocho puntos en la votación, mientras que si el PT va en la coalición con MORENA obtendría tres o cuatro, solamente.
Manuel Velasco del PVEM, es quien se advierte como el menor de los seis prospectos y lo único que busca es su posicionamiento nuevamente como senador y que le entreguen la candidatura del prospecto para gobernar Chiapas, que no sería, obviamente, Zoé Robledo, sino el Jaguar Negro, Eduardo Ramírez, convertido ahora en coordinador de los senadores de MORENA.
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Y todavía hay duda de si MC está o no con MORENA, la ex senadora María Elena (Nena) Orantes, asumió el consulado en Houston, la chiapaneca es una pieza fundamental de Dante.
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