Por: Luis Ramírez Baqueiro
“Se necesita un espíritu fuerte para conservar la moderación cuando todo fracasa.” – Séneca.
Mientras el gobierno de Veracruz y su gobernador Cuitláhuac García Jiménez se desploman cual castillo de naipes en su popularidad, la incertidumbre económica, política y social crece.
La reciente encuesta de Arias Consultores denominada “Así van los 32 Gobernadores” aplicada al mes de julio de 2019, lo ubican al arranque de su octavo mes de gobierno como el penúltimo peor aprobado del país.
Y es que Cuitláhuac García Jiménez paso al lugar 31 de 32 posibles cuando en meses anteriores ocupaba las 5 primeras posiciones.
¿Qué provocó esta caída tan abrupta?, ¿qué sucedió que la sociedad general cambio su percepción?, ¿Cómo y donde se perdió el rumbo?
La realidad es clara, la eterna luna de miel provocada por las falaces promesas de campaña -del presidente Andrés Manuel López Obrador- dejaron hace mucho de tener algún tipo de efecto alcaloide y mareador.
La clase política misma, al interior de Morena lo dice en corto, no vamos bien, por la excesiva inexperiencia que aunada al hambre de poder han provocado lo que ya se veia venir, el rotundo fracaso.
Peor aún, la actual administración suma el factor del hambre.
Si ese factor que de no haber tenido nada y llegar a tener, los obnubila y provoca que se hayan comenzado a dar una serie de negocios al interior de la administración pública que pretenden beneficiar a unos cuantos, especialmente a los mismos funcionarios.
El presupuesto veracruzano de cerca de 124 mil millones de pesos es el más alto en la historia de la entidad, nunca un gobierno habría tenido facultad para ejercer dicho monto, a pesar de ello, no hay circulante en la calle.
El tiempo de ocho meses ha servido claro para la construcción de empresas, asociación con determinados empresarios que ahora ayudarán a gastarse el dinero público.
Funcionarios del actual gobierno tanto en el orden federal y estatal han expresado pidiendo guardar la secrecía que los negocios al interior del Gobierno del Estado son reales y están a todo lo que da.
Un ejemplo tan solo, refieren la compra de chalecos para todos los empleados del Gobierno, sin que al momento se transparente la licitación, quien fue el proveedor, cuanto costaron, cuantos se mandaron a realizar.
De igual modo, los señalamientos ya muy directos respecto a la compra de medicamentos, en donde la millonada de pesos ha corrido sin ton, ni son, haciendo evidente que uso discrecional del recurso.
La propia titular de la Comisión Nacional de Protección Social en Salud, Ivonne Cisneros Luján confirmo la entrega de millones de pesos durante el primer semestre del año al Gobierno Cuitláhuista, generando con ello, el nicho de oportunidad para saquear al erario.
Freno encontrarán al momento de consolidar el control de la compra de medicamentos, que es la intención del mismo presidente López Obrador, al poner orden desde la federación.
Pero no es casual por ello que el mandatario veracruzano mantenga incrustado en el gobierno a pesar de su consanguinidad al primo Eleazar Guerrero, pues desde ahí operan toda la red que habrá de ser muy fructífera mientras puedan.
El malestar por esta circunstancia, aunado a la malentendida austeridad presupuestal comienza a hartar a muchas y muchos veracruzanos que no pueden mantener a sus familias y a la vez, los que gobiernan hacen circo, maroma y teatro para sostener con alfileres la casi escasa credibilidad gubernamental, pues los salarios son de vergüenza.
Quizá por ello, ahora a muchos empleados y funcionarios les han dado por llamar a la actual administración El Gobierno de la Macorina.
Porque a todos les dicen pon y pon, pero simplemente no reponen nada.
A ello, sume usted que cerrar el Palacio de Gobierno a la sociedad, no agrada para nada a la opinión pública y mucho menos a los habitantes veracruzanos que acuden a realizar alguna gestión ante el Ejecutivo.
Y es que la Casa del Pueblo se ha convertido en una especie de reducto, de bunker, al que solo con credencial puede ingresar el que es empleado.
Pero el ciudadano común y corriente casi lo encueran, no vaya siendo que se lleven algo, o les intenten poner una bomba, -jajaja- solo que sea yucateca, porque al paso que vamos, este país entrará muy pronto en tal precariedad que ni para pan habrá.
Esto hace que la popularidad del gobernador García Jiménez este literalmente por los suelos, con una desaprobación del 87.1 por ciento en su desempeño.
¿Quizá obedecerá a ello el cambió de imagen y de look?, ¿será por ello que ahora le cuidan más la imagen?
Pena ajena, el desperdició de tiempo difícilmente habrá de cambiar la percepción, dejando en evidencia el daño hecho al proyecto de consecución de la 4T.
De los 5 gobernadores de morena en funciones, Cuitláhuac García resulta ser el peor evaluado, los promedios son verdaderamente escandalosos.
Los mandatarios promedian entre todos un nivel de apenas el 20.6 por ciento, tan solo por encima de tres entidades en donde la fuerza política es del PRD -Michoacán-, Movimiento Ciudadano en Jalisco y Nuevo León donde es independiente, quienes juntos alcanzan un 16.2% de aceptación, siendo los últimos a nivel nacional.
Pero incluso el ex futbolista profesional Cuauhtémoc Blanco Bravo tiene el 18.8% de aprobación superior al escaso 7.1% de Garcia Jimenez.
El tema se agrava cuando pasamos al nivel de confianza, en donde el mandatario estatal ocupa el último lugar nacional, el 89.3% afirma que no le inspira confianza, resultado de su intento por demás absurdo de esconder la parentela.
A su vez, los empresarios cuestionados respecto a la confianza para invertir lo colocan en el último lugar, poniéndole el 86.9% de desconfianza, el peor del país.
La encuesta de Arias Consultores cuestiona si ha mejorado la entrega de apoyos a personas de escasos recursos, un asunto que sabemos, no combate la pobreza si no es netamente clientelar, colocándole en el lugar 21 con 66.1%
Temas como ¿ha mejorado la obra pública? Lo ponen nuevamente en los últimos lugares con 90.4% en negativo ocupando el lugar número 31.
¿Mejoraron los servicios de salud?, es otro de los cuestionamientos, ahí el mandatario veracruzano vuelve a salir raspado, pues ocupa la posición 30 de 32 con 89.2% que opina que no.
El turismo que se presumió incremento en mas de 300% por parte del gobierno, es clave en la encuesta, pues ahí lo coloca en su justa realidad, al colocarlo en la última posición con 83.3% que afirma no haber mejorado.
La corrupción también fue evaluada, y ahí le fue también mal a Veracruz, confirmando lo señalado por funcionarios, empleados y empresarios, colocándole en la posición 27 a nivel nacional, con 89.1% que afirma no ha mejorado la corrupción.
La economía y el empleo tampoco pinta bien, al colocarle en la posición 28 con un 90.3% que afirma no ha mejorado.
La seguridad también es evaluada y ahí ocupa el gobernador la posición 25 de 32 con un 94.0% que afirma no ha mejorado.
Y a la pregunta de ¿cómo te sientes viviendo en tu estado? El 93.4% afirma que inseguro, granjeándole el lugar 31 de 32 a nivel nacional.
Aun cuando la relación con el presidente de México lo coloca como el tercer lugar, de poco o nada ha servido esto, pues en la pasada visita a la entidad, al Ejecutivo Nacional ya no se le vio a gusto.
El frío entre ambos es evidente, reforzando el supuesto de una posible salida llegado los tiempos legales correspondientes.
Al tiempo.
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