Mauricio Carrera
En once días es mi cumpleaños, y la mujer del aquí y el ahora, del allá y del acá, que está lejos, es bella y lee a Rosario Castellanos, me hace recordar que “frenesí” es una palabra que merece cantarse, por ejemplo (y aquí entra uno mismo o con Javier Solís): “Yo estoy obsesionado contigo y el mundo es testigo de mi frenesí”. O besar con frenesí, como en la canción de Alberto Domínguez. Al cabo que uno es alma, piedad, corazón.