FRANCISCO RODRÍGUEZ
Si muchos chairos supieran la influencia decisiva que tuvo el embajador gabacho Josephus Daniels transmitiendo los consejos y orientaciones de Franklin D. Roosevelt para que El Tata Lázaro Cárdenas pudiera “expropiar” el petróleo no sufrirían tantas confusiones. Fue un hecho histórico que hasta la fecha muchos no pueden digerir.
Lo mismo sucedería si estuvieran enterados de la inocultable simpatía de los regímenes surgidos de la Revolución mexicana con el nacionalismo de Adolf Hitler, así como de la venta oportuna de petróleo barato al Führer para facilitar el bombardeo nazi a posiciones estratégicas de los Aliados, que llevó a éstos a hundir dos buques y forzarnos a declarar la guerra al Eje Berlín – Roma – Tokio, se acabarían tantos desplantes y demagogias populistas de todo género.
Los Rothschild, mecenas de Marx
Igual pasaría si supieran que desde que Carlos Marx salió de Prusia perseguido por la policía, llegó a Londres a encontrar refugio en la casa mayor de Nathan Mayer Rothschild, el jefe de una dinastía secular de capitalistas, que hoy son los propietarios del banco mundial HSBC. Antes había llegado a esa casona Benjamín Disraeli, que sería el Primer Ministro de la Commonwealth.
El mayor de los banqueros Rothschild, Nathan, pidió como única condición que Marx elaborara, a cambio de financiamiento y mecenazgo, la elaboración de su obra cumbre El Capital, después de explicar al autor el objetivo mayor de la dinastía: la globalización, es decir el gobierno del mundo en un puño con autoridades a modo. El sueño de siempre.
A Lionel Walter Rothschild, hermano menor, se le encargó la autoría de Los protocolos de los sabios de Sion, que dicen es la biblia del semitismo militante. Pero para mayor comprensión de lo anterior, debe apuntarse que Lionel fue el jefe en la sombra del Partido Comunista, organizador de la célebre Primera Internacional. De ahí se nutrió Rosa Luxemburgo.
Judíos, sí… pero también budistas
La familia Rothschild, aparte de icónica, era un grupo de budistas consumados. La frase que presidía el comedor era: “Todo lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado, está fundado en nuestros pensamientos y está sólo hecho de ellos”, la frase inconfundible de Siddhartha Gautama, el Buda.
Desde entonces y más para atrás, el poder efectivo en el mundo giró alrededor de tres apellidos: Rothschild, Rockefeller y Bilderberg. Durante dos siglos, su influencia se ejerció sobre las más prestigiadas agencias de noticias del mundo. El grupo original dobla y desdobla apellidos, crea y recrea dinastías, duplica y multiplica necesidades e intereses avocados a satisfacerlas.
Así sea a través de placebos e instrumentos como las guerras, las vacunas, las drogas, los trasiegos de armas o de órganos humanos, la farmacopea occidental o la medicina genómica, las invasiones, los modos de vida a que estamos acostumbrados. Nadie está a salvo, nadie puede defenderse exitosamente frente a esa avalancha.
Ningún gobernante se manda solo
También, nadie puede gobernar con la displicencia que caracteriza a los frívolos, a los demagogos y populistas. Todos deben sujetarse a un guion, delineado por los límites de lo que se puede y de lo que se debe hacer. Sin temores ajenos a la naturaleza de su pueblo. Con audacia, pero sin astucias suicidas y de contentillo.
Nadie está a salvo, como si se tratara de gobernar la ínsula Barataria. Nadie puede mandar con la simple inspiración. Ningún país está tan lejos del mundanal ruido. Ningún gobernante se manda solo. El que así lo crea, puede despertarse un día con la sorpresa de su vida.
Conocer el mundo real y las repercusiones de cada medida es hoy un ejercicio consustancial al poder conferido. Saber adónde se está parado es una obligación insustituible. No por temor, sino por supervivencia pura y dura. El dirigente responde a un pueblo, no sólo a sus caprichos. El ejercicio del poder y su sabiduría sólo exige dos dedos de frente, sensatez y cordura.
Esnobismo aspiracional de los chairos
Es ridículo a estas alturas del partido andar invitando con estruendo al Curso Nacional de Formación Marxista para afiliados de Morena, bajo la consigna: ¡No más oportunismo y conciliación, por una política revolucionaria contra el capitalismo!, convocada por un fantasmal Centro de Formación Socialista de Morena. Es demasiada demagogia. Es abrir frentes dizque antiimperialistas de pacotilla para cubrir los errores garrafales en el ejercicio del gobierno.
Para aprender marxismo, al igual que para aprender cualquier filosofía de la interpretación materialista de la historia, no basta con asistir a un encierro inoportuno y falaz que bien pudiera servir para enseñar a vivir con cualquier oficio útil. Son actitudes aspiracionales, snobs, de quienes no saben qué hacer para tapar el desastre del régimen modito Tepetitán.
La enajenación y la ingenuidad, que es su brazo fuerte, más la lástima que se siente ante la indefensión cerebral de los manipulados y de los chairos snobs, es un fenómeno que nos azota.
Estructuralismo… y luego marxismo
La tesis central del estructuralismo, base indispensable para entender el marxismo, es que la historia es un proceso sin sujeto, ni fines, cuyo motor son las fuerzas productivas y la lucha de clases determinada por ellas. Más que una ciencia, la filosofía es una reacción a las ciencias en el campo teórico.
Porque antes de meterse de cabeza a aprender las bases de la ideología marxista, deben empezar por saber los fundamentos del estructuralismo. Sin eso no se pueden intentar actitudes grandilocuentes. Preocupa el nivel pedestre de muchos comunicados originados en la necesidad de aclarar inútilmente las acciones de los que mandan.
A menos que los cursos de marras sólo sirvan para que los chairos se inoculen de pedantería y aprendan frases de retintín que repitan atropelladamente, hablando de brinquito.
Cuando estos despropósitos hacen costumbre llevan a pensar en la falta de capacidad mental para aprender de los errores, elaborar narrativas o discursos que sólo logran la risotada general o el enardecimiento de los gobernados, que cada día más se tiran de los pelos y se recriminan por haber votado algún día por esa opción electoral descabellada.
Uso inescrupuloso de la vacuna
Todos los días somos testigos de joyas de la aberración, originadas en la ignorancia del enfoque estructural, en el mandato inconsulto de poderes que obligan a los operadores a recalcarlas para calmar el cotarro, para tender cortinas de humo que quieren minimizar acontecimientos de suma gravedad, que es necesario que no se sepan.
El uso inescrupuloso e ilegal de la vacuna contra el coronavirus con fines electorales ocupa la primera plana de esos desvaríos, que ya no alcanzan para disfrazar tanto desatino. Las llamadas telefónicas a personas de la Tercera Edad para ofrecerles vacunarlos, dirigidas a un padrón de beneficiarios que creen absolutamente amarrado. Si de verdad tuvieran las dosis requeridas fuera tan sencillo calendarizar sus aplicaciones. El fracaso de la página web va a pasar a la historia.
La realidad es que por todos los errores de previsión cometidos, por todas las simulaciones practicadas, llevará un espacio de casi una década para poder cubrir las necesidades de vacunación de la población en riesgo. En este mundo no hay más cera que la que arde. Ya ha sido demasiado el daño causado para pasar por alto esos exabruptos.
Tarea aún pendiente: lucha contra la corrupción
La gran tarea inconclusa de este país sigue siendo erradicar la corrupción de los empoderados. Sin eso, no puede haber buenas intenciones ni futuro posible.
El arrase patrimonial y los errores garrafales que se han cometido, son producto de la ambición desatada y la ignorancia militante, asumida como artículo de fe.
¿No cree usted?
Índice Flamígero: Desde Paris me escribe el destacado muralista Julio Carrasco Bretón y con su misiva electrónica adjunta el Manifiesto a 100 Años del Muralismo Mexicano. Apunta que es momento de darlo a conocer, justo cuando la Secretaria de Cultura del gobiernito de AMLO ha mencionado las conmemoraciones y festejos contemplados en este 2021 “sin tomar en cuenta el muralismo. ¡Es el colmo de su ignorancia o bien el desprecio de la política cultural de la 4T, toda vez que el muralismo es el único movimiento mexicano que ha tenido trascendencia en el mundo con más de 80 murales de mexicanos en todos los continentes! El muralismo mexicano que influyó en cientos de artistas por doquier: Jackson Pollock, I. Noguchi, Oswaldo Guayasamín, William Grooper, Ben Shawn, Picasso, Jean Charlot., O’Higgins… la lista es muy extensa. ¡Acto de estulticia el de omitir o ignorar este centenario de quien encabeza institucionalmente la cultura en México!…”
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