La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
Al oportunista lo pintan calvo o ¿cómo era?
Nadie puede negar, que Dante Delgado es un político todoterreno, bueno para construir alianzas. Quizá, su mayor déficit, es que, en lo personal, no es un fenómeno electoral, fue gobernador sustituto y senador pluri, cuando compite en las urnas es poco eficaz.
Después de salir del PRI y constituir, lo que ahora es Movimiento Ciudadano, el veracruzano fue durante muchos años acompañante de las causas de López Obrador, sin embargo, en los últimos tiempos, ha sido crítico de su labor, además de romper la coalición electoral con MORENA.
El otrora alumno de Gutiérrez Barrios, sostiene que la ciudadanía demanda una opción diferente a los dos bloques predominantes, el grandote de la 4T con el Verde y el PT y el opositor, conformado por el PRI-PAN-PRD.
Esta suerte de tercera vía, sería, desde la óptica de los naranjas, el MC, no obstante, su evidente optimismo, la recolección de votos lograda no los caracteriza, aún, como un partido de proyección nacional.
Por lo anterior, la renuncia de las huestes dantistas a participar en los procesos de Coahuila y el EDOMEX, tiene mar de fondo, los argumentos esgrimidos son falaces (dizque porque ya se pactó: Coahuila para PRI-Moreira y EDOMEX para Delfina), un insulto al análisis racional del quehacer político.
No es la primera vez, que Delgado tiene conductas atípicas (por decirlo de forma elegante) a la hora buena. En Veracruz, existen antecedentes, en las elecciones para gobernador de 2010, 2016 y 2018, de que el pragmático personaje se decanta por lo impensable. Hay gato encerrado, ya que, bien dice la máxima: en política…lo que parece es.