SENTIDO COMÚN
Gabriel García-Márquez
El pasado 5 de febrero el presidente Andrés Manuel López Obrador, por conducto de la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, envió a la Cámara de Diputados su paquete de 20 iniciativas de reformas constitucionales, con las que pretende modificar distintos artículos que el presidente de México considera son herencia de los gobiernos neoliberales.
En la exposición de motivos de estas iniciativas se menciona que con esta reforma se busca establecer nuevos principios e ideales relacionados con el humanismo, la justicia, honestidad, austeridad y democracia.
El paquete de iniciativas es un popurrí que va de los temas de pensiones, seguridad, medio ambiente, impartición de justicia, energía, vivienda, servicios médicos, maltrato animal, uso del agua, salario mínimo,
vapeadores y fentanilo, entre otras que serán analizadas y discutidas por los legisladores.
Sin la menor duda estas iniciativas darán mucho de qué hablar y se convertirán en la agenda de campaña de Morena y contra campaña de la oposición. Está visto que no serán aprobadas, toda vez que no hay mayoría para su aprobación, pero esto no impedirá que se hable mucho de lo que el gobierno de la 4T propone en beneficio de los mexicanos, pero que no se aprobó. Lo cierto es que se les hizo tarde para proponerlo, porque de haber buena fe en estas iniciativas, se habrían presentado hace cuando menos tres años y no ahora que está a punto de concluir este gobierno.
20 INICIATIVAS PRESENTADAS POR EL EJECUTIVO
• Eliminar todas las dependencias y organismos autónomos y órganos reguladores coordinados como son INAI, CONEVAL, CRE, CNH y Mejoredu.
• Revertir las reformas de pensiones aprobadas en los gobiernos de Ernesto Zedillo y Felipe Calderón.
• Garantizar atención médica y gratuita a todos los mexicanos.
• No permitir que el aumento al salario mínimo sea menor al de la inflación.
• Reafirmar el derecho a la pensión de adultos mayores a partir de los 65 años y aumentar el monto año con año.
• Reducir los gastos destinados a campañas y a partidos políticos, disminuir número de regidores, evitar el uso de “excesivas estructuras burocráticas electorales” y eliminar las candidaturas plurinominales.
• Elegir de manera directa por el pueblo a los jueces, magistrados y ministros del Poder Judicial, en lugar de que sean propuestos por el ejecutivo.
• Integrar la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional.
• Utilizar las vías férreas concesionadas para el transporte de pasajeros y no solamente para carga.
• Que ningún servidor público pueda ganar más de lo que perciba el Presidente de la República.
• Prohibir el comercio de vapeadores y drogas químicas como el fentanilo.
• El salario mínimo para maestros, guardias nacionales, soldados, marinos y médicos no podrá ser menor a lo que perciben los trabajadores inscritos ante el IMSS.
• Todos los campesinos que quieran cultivar sus tierras contarán con un jornal “seguro, justo y permanente” como sucede con el programa Sembrando Vida.
• Garantizar a los mexicanos el derecho a la educación y al trabajo.
• Otorgar becas a estudiantes de familias pobres de todos los niveles.
• Que los mexicanos y familias puedan ser dueños de sus viviendas.
• Reconocer a los pueblos y comunidades indígenas como sujetos de derecho público atendiéndolos de manera preferente.
• Hacer respetar las zonas con escasez de agua y solo autorizar concesiones para uso doméstico.
• Proscribir en el territorio nacional la extracción de hidrocarburos mediante el fracking.
• Prohibir el maltrato a los animales.
Ahora viene lo bueno, el análisis, la discusión y el show que harán los diputados en San Lázaro que se desgarrarán las vestiduras, y mientras tanto los candidatos se harán bolas en inglés y en español, aquí, allá y en todas partes.