Cuánto se añoran aquellas palabras pronunciadas por uno de los más connotados juristas mexicanos, Don Luis Cabrera, artífice de aquél magno estudio llamado “La misión constitucional del ministerio público”; obra quizá, jamás leída por Alejandro Gertz Manero. El ilustre tratadista en su momento dijo: “Cuando el Señor Licenciado Portes Gil fue Presidente de la República, fue el Presidente de la República”.
Palabras que hoy ningún jurista se atreve a pronunciar, sí quisiera expresar su sentir a favor del actual.
La abogacía independiente de la República, siempre se ha unido sin reservas al obligado reconocimiento de la ideología de Don Luis Cabrera, al culto por su manera de defender la actuación ideal de los señores agentes del ministerio público.
Cabrera como —bien lo dijera un gran internacionalista mexicano Don Luis de Gonzaga y Sevilla— a diferencia de muchos siempre encarnó, destacó y propuso el deseo de que el ministerio público perpetuamente se opusiera a aquellas corrientes del pensamiento, provenientes del poder ejecutivo que fueran opuestas a una limpia procuración de justicia.
El jurista de mérito invariablemente pensó que la justicia sostenía a la soberanía nacional y ella debería de ser muy respetuosa de los derechos individuales de los mexicanos, en caso contrario, esa sabiduría podría ser vulnerada por intereses obscuros de poderes de facto interesados en asumir el rol del poder constitucional. Dicho togado intuía que la justicia haría imposible que esa vulneración se lograra.
Muy a propósito del pensar de Don Luis Cabrera, siendo Presidente de la República Don Emilio Portes Gil, dirigiéndose al excelso togado le expuso: “Lo importante esencialmente en la función del ministerio público es la responsabilidad efectiva”. “Responsabilidad ante la ley, ante el gobierno, ante la sociedad, ante México, verdadera y auténtica responsabilidad, esa es la única posibilidad humana de perfeccionamiento del ministerio público, lo mismo que de toda la justicia y de todas las instituciones sociales”.
Don Luis Cabrera en aquellos comentarios que realizó al pensar de Don Emilio Portes Gil ante el Congreso Jurídico Nacional, sostuvo que: “No será aquí donde se resuelva si la resolución consiste en exigir responsabilidades o en separar las funciones. Como antes dije, yo he puesto la semilla, el Sr. Portes Gil la ha regado; ya germinará, ya se desarrollará, y ya arrasará en la conciencia nacional y producirá sus frutos oportunamente. No tengamos prisa”.
Con aquellas palabras volvemos al presente.
Cuando no tienen la menor idea de lo que significa ser agente del ministerio público, cuando carecen de conocimiento para actuar y fungir como tal, cuando actúan entre circos, globos, acróbatas, disfraces de pirata, cuanto se someten con altares de inmundicia al ejecutivo, cuando permiten la continuidad a la narcopolítica, cuando forman parte de esa cadena de complicidades, no merecen ser llamados Señores Agentes del Ministerio Público Federal.
La mejor garantía que nos puede proporcionar un verdadero Garante de la Sociedad, es procurar efectivamente la justicia nacional, la que nos suministró el pensar de Cabrera, es aquella en la que se respete a las leyes y a México, es poner la dinámica intelectual a favor de la justicia, es saber separar el derecho de la política, de las ocurrencias.
Ahora mis gentiles lectores, perciben Ustedes el porqué la Academia de Derecho Penal del Colegio de Abogados de México, A.C., añora las palabras y pensar de Don Luis Cabrera.
Es cuanto.
Lic. Alberto Woolrich Ortíz.
Presidente de la Academia de Derecho
Penal del Colegio de Abogados de México, A.C..