Claudia Rodríguez
Entre formas y mentiras
Más allá de las formas ya anunciadas para que el presidente Andrés Manuel López Obrador presente su Primer Informe de Gobierno que como se ha dicho será en Palacio Nacional de forma verbal el día uno de septiembre a las 11:00 horas y que corresponderá a la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero cumplir con el mandato constitucional marcado en el artículo 69, de entregar por escrito al Congreso de la Unión el informe del estado que guarda la Administración Pública del país; igual se informó que el primer mandatario no portará en esa fecha la banda presidencial, ni se transmitirán los actos en cadena nacional. Lo importante a conocer, es la rendición de cuentas, sobre todo cómo vamos y hacia dónde nos dirigimos.
En el último informe de Gobierno del exmandatario Enrique Peña Nieto apenas el primero de septiembre anterior, se le escuchó aseverar en varias de sus sentencias, que dejaba un país con “resultados tangibles” y mejor del que el que había recibido al momento de iniciar el sexenio. Peña habló de prosperidad, de un país en donde su sociedad vive en paz y con altos grados de bienestar social.
Seguro sí dejó resultados tangibles y mejores de como inició su mandato, pero apenas para unos cuantos del grupo de “amigos” que al amparo del Poder se privilegiaron de lo que no les correspondía tramando para ello, triangulaciones financieras hoy en descubierto. Sobre la paz y el bienestar social heredado, nos mintió descaradamente Peña. La realidad es diametralmente opuesta.
Los engaños del crecimiento económico
Ningún Gobierno de cualquier latitud de la Tierra, puede salir a presumir el bienestar social de los gobernados, cuando apenas poco menos de la mitad de su población vive en condiciones de pobreza. La raíz del problema es simple.
No son pocos los analistas quienes señalan que la pobreza que invade a México y que se observa como un cáncer inextirpable, se debe al débil crecimiento de la economía mexicana que se ha perpetuado en el país desde hace décadas y hoy mismo se agudiza, pese a que los presidentes de la era neoliberal prometieron un sólido y constante crecimiento económico, que nunca llegó a la gran mayoría de la población del país y los arrinconaron en el cajón de los cretinos y mentirosos por habernos prometido un índice de crecimiento anual por del 4%, no concretadas.
Diferentes ópticas
Tocará el turno a López Obrador para presentar su Primer Informe de Gobierno del que ha dicho ya hace unos días tiene un borrador, y para sorpresa de muchos los cambios en muchos tenores, es seguir igual; pues ha manifestado el mandatario federal que “son buenos los resultados, estamos bien en lo económico y requetebién en los programas del bienestar”.
Más no se puede generalizar cuando las pistas de distintos escenarios de la vida nacional están verdaderamente en crisis y se agudidzan.
Para no tocar los índices de pobreza sobradamente conocidos casi por toda la sociedad, sólo habría que puntualizar que se están cerrando las oportunidades a millones de mexicanos que el modelo neoliberal los dobló y el de la 4T, los está pulverizando.
La realidad mexicana no se arregla con buenos deseos, ni siquiera con ataques a veces mal orquestados legalmente en contra de la corrupción. Para que estén primero los pobres –millones y millones de ellos–, no hay que olvidar el aporte de la ya invisible clase media hoy mejor conocidos como los contribuyentes sin defensa.
Acta Divina… “No tenemos crisis económica, vamos bien”: Andrés Manuel López Obrador, presidente de México. Agosto de 2019.
Para advertir… Gobernar para los pobres en exclusivo, es tan suicida como sólo partir el pastel para los pobres.
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