Héctor Calderón Hallal
Los mejores aforismos o refranes mexicanos, son los que nos enseñan y a la vez nos arrancan una sonrisa.
Sentenciosas y agudas construcciones lingüísticas, que nos dejan un conocimiento proverbial.
Ayer volví a escuchar uno que no deja de retumbar en mi conciencia, por la persona que lo pronunció… y a quien va dirigido: El entonces presidente Enrique Peña Nieto se lo endilgó públicamente al hoy dirigente nacional del CEN del PRI y entonces Gobernador de Campeche en funciones, Alejandro Moreno Cárdenas, para resaltar su persistencia, su tenacidad, su constancia y… su innegable espíritu de competitividad, el 8 de agosto de 2017, al inaugurar casi 20 kilómetros del drenaje pluvial de la capital de aquella entidad.
“¡Alito es capaz de matar a un burro a pellizcos!”…y dígame si no…
Si en aquella entidad se quiso referir el primer mandatario a la forma en que el líder tricolor le insistió para obtener el financiamiento de aquella magna obra, imprescindible para la salubridad y la funcionalidad de la bella San Francisco de Campeche, esta vez bien valdría aplicarla para hacer alusión a la tenacidad del político campechano para consolidar las sumas y restas necesarias para atrofiarle los planes a cualquier opositor político.
El suscrito empieza a sospechar, al igual que muchos observadores y simples ciudadanos mexicanos, que ese tremendo y habilidoso guerrero al que no hace mucho criticamos y hasta subestimamos… ese moderno gladiador y líder sonriente, sí es capaz de “matar al burro porfiado de la ignorancia política” que nos tiene varados actualmente en un gigantesco vértigo de violencia e inseguridad pública como en el marasmo social más estruendoso del que se tenga memoria en nuestro país, donde nuestros abuelos, padres y hermanos, están volviendo a “hacer la fila” de los desposeídos, para recoger migajas de un programa de caridad pública, integrado con los recursos que nos han sustraído del sistema nacional de salud.
Todas las medicinas que el IMSS y el ISSSTE les daban gratuitamente de forma más o menos regular en administraciones anteriores, hoy nuestros asegurados las tienen que comprar con ese dinero que el Gobierno con envoltura etiquetada para “la compra del voto” les dá.
¡Qué bueno sería que definitivamente ‘Alito’ Moreno Cárdenas y el PRI que dirige, coaligados en el Fente Amplio Opositor, mataran a ese burro ignorante de la “Tetramorfosis”… o que por lo menos lo sacaran “a patadas” del poder!
Los primeros pasos, tan quirúrgicos como sorprendentes, los ha dado Moreno Cárdenas cumpliendo con su tarea de restaurar calladamente la dimensión de su bancada en el Senado de la República, al volver a consolidarse desde el pasado 19 de enero, en la tercera fuerza política.
Con su singular habilidad para persuadir a sus contrincantes políticos, el presidente del PRI, Alejandro Moreno, ha logrado que por lo menos 5 senadoras de oposición, que anteriormente se encontraban aglutinadas en torno a la fuerza de Morena y sus aliados, se dirijan ahora al PRI, pues fueron convencidas y sumadas a la fracción priísta.
El más reciente caso es el de la senadora, exintegrante de la fracción del Movimiento Ciudadano (MC), Indira Kempis.
La senadora Kempis pretendió participar en una elección interna contra el actual candidato naranja, Jorge Álvarez Máynez, a fin de obtener la candidatura a la Presidencia de la República por ese partido que liderea Dante Delgado Rannauro, quien ya tenía planes misóginos para el MC desde hace varios años en que viene “maquinando” contra todo lo que se mueva y aparente cierto orden y formalidad positivista… priísta.
Hoy día que, precisamente, en el colofón de su administración, el presidente López Obrador y su equipo de colaboradores pretenden infundir terror político a sus oponentes, amenazando con un paquete de reformas, que asemejan a una especie de terrorismo político, por lo nocivo que se distinguen para el interés de la Nación, presente y futura.
Pero afortunadamente hasta hoy: las senadoras Nancy de la Sierra (del PT al PRI); Claudia Balderas Espinoza (de Morena al PRI); Cecilia Margarita Sánchez García (de Morena al PRI); Lucía “Lucy” Meza Guzmán (de Morena al PRI); más el caso que nos ocupa en esta entrega, el de la senadora Indira Kempis (de MC al PRI), consolidan paulatinamente, una auténtica ‘carambola de tres bandas’, ejecutada por un político de su tiempo: Alejandro ‘Alito’ Moreno Cárdenas, presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI.
Y la intención del campechano, es convertirse en la segunda fuerza política en el Senado, para contener el terrorismo legislativo, frente a las inciativas con las que nos ha amenazado el Presidente de la República en febrero.
Esperen programas.
Autor: Héctor Calderón Hallal
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