José Newman
Hoy q todo lo electoral ha acabado y q estamos presenciando el actuar desaforado e impune de Nuestros Sagrados Hermanos de la Tómbola et passim, se hace evidente q los partidos de oposición desaparecieron del escenario como tales desde agosto del 18 y sólo quedaron sus escuálidas y patéticas dirigencias carentes de realidad, de propuesta, de voz, de figuras, balbuceando críticas al Gran Hermano Tutupiche y peleando entre ellos los haberes q le dejó el viejo régimen. Y ya desde ahí sólo un evangelio tuvimos y Cortes, Alito y Zambrano para una sola cosa nos sirvieron.
Los partidos se fueron contrayendo, enjutando y pronto abandonaron el pensar y el andar en la calle desde q la Providencia del Estado, creyendo q los blindaba para mayor gloria de la democracia, les asignó sus Becas del Bienestar, los hizo Ninis, y toda la acción quedó en los pasillos de los recintos de los cuadros.
El campo campo quedó libre para Chipilin el Egipciaco q, sin sombra siquiera de los suyos y llevado por ese su insomnio q no cesa, ando y anduvo ahora sí q el territorio provisto de sobres amarillos en la pepena morena, en la venta de la indulgencia, total no cuesta y quien quita y Dios llegue y pague y q llega y pagó.
Nada mejor q el gran sobre de las prerrogativas para acabar con lo q prometía nacer.
La Gran Transición sí q acabó transitando pero a la democracia sin partidos con sólo una secta en el pode Ahora sí q en otra cosa vino a acabar lo recitado y tan chulo de bonito dicho y el refrán halló refrendo, “Cría cuervos y se chingarán los votos ‘