Luis Farías Mackey
Se dice con relación a Méxicolectivo que en política hay que optar por algo y accionar, que no todo son ideas. Y compartimos los asertos. Pero para optar por algo hay que saber entre qué opciones se opta y ahí hay una petición de principio.
En Méxicolectivo creemos que las opciones sobre las que se nos pide que hoy optemos están rebasadas y son disfuncionales. No hablo solo de partidos, sino de los perfiles del país a futuro que hoy existen y las formas de hacer política que prevalecen.
Por eso llamamos a un punto de partida: a un nuevo comienzo. A algo diferente, disrruptivo, que despierte en nosotros algo más que la apatía que tiene a los jóvenes alejados de la política y a los viejos cansados de ella.
Una nueva política. Empezando porque no sea dictada desde los conciliábulos, ni lidereada por los de siempre, ni prefijada y cerrada en sus destinos y alcances, ni conducida por las tiendas de raya de las organizaciones políticas que hemos construido.
En Méxicolectivo no queremos dictar, sino construir. Por eso hablamos de espacios y tiempos ciudadanos, donde en pluralidad podamos generar, primero, pensamiento político y, después acción política. Sin tutorías, dueños, carriles confinados y arribos predestinados.
Esta es la diferencia entre Méxicolectivo y otras vertientes políticas hoy en México. Méxicolectivo se rehúsa a partir de lo ya sabido y conocido, desde la comodidad y seguridad de organizaciones petrificadas en un tiempo antaño. Aquí queremos generar nuevos pensamientos, acordes a nuestros tiempos y retos, no seguir arando en los viejos surcos y áridas tierras. Esa es la diferencia, por eso invitamos a deliberar juntos en la búsqueda de nuevos pensamientos y propuestas entre los cuales luego poder optar y accionar. ¿Qué libertad hay para quien solo puede decidir entre una u otra cadena conocida?
Y, sí, entonces accionar. Con una gran salvedad. Si los destinos, rutas y mares son diferentes y novedosos, tenemos, por igual, que establecer nuevas formas de hacer política, nuevos comportamientos, nuevos acuerdos, nuevos compromisos. En su momento nuevas naves.
Muchos de nuestros descalabros han respondido a querer procesar con las viejas formas políticas nuevos propósitos. Sabemos que el derecho siempre va muchos años atrás de la sociología. Cuando se inventó el motor de combustión interna se carecían de normas para su regulación, hoy en un mundo digital, el derecho que lo norme está en pañales. Pues bien, las formas políticas van aún más atrás del derecho. El mundo cambió hace mucho y seguimos rigiéndonos con modelos partidistas del siglo XVII y, en México, con comportamientos políticos propios de Tlatoanis y caudillos.
Esa es la diferencia con Méxicolectivo, no queremos subirnos a ciegas a un tren en marcha y a toda velocidad, pero sin rumbo ni destino definido, destartalado y sin condiciones de viaje; sino definir rumbo, destino, velocidad y formas de conducir y convivir en el tren, antes de iniciar su marcha.
¡Qué no hay tiempo! ¿Quién lo dice? ¿Cuántas décadas hemos perdido en estas mismas formas políticas y con cada vez más rendimientos negativos?
Aquí no se trata de llegar primero, sino de definir primero a dónde y cómo llegar.
Todo es cuestión de empezar. Por eso somos un punto de partida. El punto de llegada lo decides tú.