CIUDAD DE MÉXICO, 9 de diciembre (AlmomentoMX).- En atención a la demanda ciudadana y de los organismos legislativos locales y federales de proteger al Teatro Blanquita, el Gobierno de la Ciudad de México declaró el predio en el que se ubica y la obra arquitectónica como Patrimonio Cultural Urbano de la capital del país, para garantizar su protección, conservación y restauración.
El decreto emitido por el Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera Espinosa, fue publicado este viernes 9 de diciembre en la Gaceta Oficial de la Ciudad de México y entrará en vigor el 10 de diciembre.
En este se informa que el Teatro Blanquita, ubicado en Plaza Aquiles Serdán número 12, colonia Guerrero, delegación Cuauhtémoc, está dentro de la poligonal de Área de Conservación Patrimonial.
Dicha área quedó señalada en el Programa Delegacional de Desarrollo Urbano para la demarcación Cuauhtémoc, publicado en la Gaceta Oficial del Distrito Federal el 29 de septiembre de 2008.
Asimismo, señala que la zona donde se encuentra el terreno de 2 mil 39.94 metros cuadrados, fue declarada en 1980 Zona de Monumentos Históricos, y se rige por la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos, la cual busca salvaguardar el patrimonio arquitectónico y ambiental, así como la imagen urbana y las características de la traza y del funcionamiento de barrios.
El documento especifica que el Uso de Suelo para este inmueble permanecerá como Equipamiento, con lo cual se reconoce su vocación cultural de entretenimiento y artes escénicas, que comenzó presentando espectáculos populares como el Teatro de Revista, parte importante de la vida nocturna de la ciudad y cuya oferta pudo unificar a diversas clases sociales.
“El Teatro Blanquita es un espacio cultural multifuncional que forma parte de la memoria histórica e identidad colectiva de la Ciudad de México (…), en él actuaron personajes y artistas connotados como Libertad Lamarque, Pepe Jara, Angélica María, Marco Antonio Muñiz, Toña ‘La Negra’, ‘Pompín’ Iglesias, Amparo Arozamena, Fernando Soto ‘Mantequilla’, Joaquín García Vargas ‘Borolas’, Carmen Salinas, José Francisco García ‘Francis’, Lucía Méndez, Pedro Fernández, Chavela Vargas, por mencionar algunos, siendo también un espacio de pluralidad social y cultural, logrando con ello unificar clases sociales y una manera diferente de asimilar valores culturales”, señala el decreto.
La administración pública de la Ciudad de México será la encargada de implementar las acciones que permitan la protección, conservación y restauración del valor urbano-arquitectónico del Teatro Blanquita, y cualquier intervención deberá ser avalada por la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda de la CDMX.
Para contribuir a la protección del Teatro Blanquita, la Secretaría de Cultura capitalina quedará a cargo de elaborar un programa cultural de fomento destinado a preservar, investigar y divulgar los valores culturales de dicho patrimonio.
Para el Gobierno de la Ciudad de México el derecho cultural de los ciudadanos que habitan o transitan por la metrópoli es prioridad, por lo que el rescate y mantenimiento de este espacio busca garantizar el disfrute de los espectáculos y tradiciones que conforman el bagaje y patrimonio tangible de barrios y colonias de la CDMX.
El teatro ocupa los terrenos de la antigua Plaza Villamil, donde había funcionado a finales del siglo XIX el Circo Orrín, afamado por las presentaciones del payaso Richard Bell y porque sus dueños crearon la colonia Roma y demolido en 1910.
En 1948 la actriz, escritora y empresaria teatral Margo Su y su esposo Félix Cervantes compraron el terreno de la Plaza Villamil con fondos que habían ganado en la Lotería Nacional, creando el Teatro-Salón Margo.
Debido a las críticas de sociedades conservadoras que denostaban al teatro de revista, por considerarlo popular y vulgar, y por espectáculos como los presentados por María Victoria, vistos como inmorales por dichas sociedades, el entonces regente de la Ciudad de México, Ernesto Uruchurtu, presionado por las críticas determinó fallas de seguridad en el inmueble y ordenó la demolición del Salón Margo, último reducto del llamado teatro de carpa.
Su y Cervantes construyeron un nuevo teatro y le dieron el nombre de Blanquita, en honor a su hija Blanca Eva Cervantes. Fue abierto el 27 de agosto de 1960 con la presentación de Libertad Lamarque. Por entonces se convirtió en uno de los teatros más concurridos de la capital.
Sobre el teatro el escritor Carlos Monsiváis narró: “El teatro Blanquita es un recinto sacro o mejor popular, la confusión entre la mera insistencia y la tradición. El Blanquita es un almácigo, una alhóndiga, el sitio de la preservación y del rescate de todo lo rescatable y preservable: una canción, una seña significativa, un refrán. (Carlos Monsiváis, Días de guardar, citada por Judith Amador Tello. “El adiós al Teatro Blanquita”, en Proceso.com.mx, 8 de noviembre de 2015.)
Durante los siguientes años en este teatro se presentaron muchos de los últimos histriones provenientes del teatro de carpa, de revista o comediantes que iniciaron su carrera en este escenario y después se volvieron famosos.
El estigma de ser un teatro de índole vulgar acompañó al Blanquita durante las décadas siguientes. En su escenario se presentó por 17 años el exitoso show de la travesti Francis, que en su época generó muchas críticas.
Margo Su administró el Teatro Blanquita hasta 1981, volviendo a su administración en 1989 y la abandonó finalmente en 1993. El recinto fue remodelado y dado en concesión en 1999 a la empresa OCESA, presentando de nueva cuenta eventos con regularidad y administrando las entradas al teatro el sistema Ticketmaster. El 5 de noviembre de 2015 las empresas Generamúsica y Showtime, que conservaban la concesión del teatro, anunciaron que dejaron de administrar el teatro.
A través de un comunicado de prensa, se informó que por así convenir a sus intereses Generamusica y Showtime dejaron de operar uno de los teatros más importante de la Ciudad de México, calificado como “La catedral del espectáculo”.
“Generamusica y Showtime agradecen al público, a la comunidad artística y a los medios de comunicación el apoyo y confianza brindada a lo largo de todo este tiempo en el que tuvieron la oportunidad de producir y presentar espectáculos en el emblemático Teatro Blanquita.
“Le desean lo mejor a quienes sigan vinculados al Teatro Blanquita para que continúe haciendo historia presentando a los más grandes artistas y creativos del país en las diferentes disciplinas escénicas, como se ha hecho durante más de 55 años”.
AM.MX/fm
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