Enclenque Llamado a la Unidad
A corazón medroso, pies ligeros. Anónimo
La paciencia mostrada por el responsable de la gobernanza en Cuernavaca no es la misma con vecinos molestos por la falta de agua que con líderes del comercio callejero y propietarios de giros rojos. El secretario municipal no sólo desairó a los inconformes, sino dio la espalda a toda una Ciudad sedienta de empleados eficaces y honestos.
Con el mismo calzado de marca con el que se cayó del Puente Colgante en junio de 2022, el número 3 del ayuntamiento de Cuernavaca, Carlos de la Rosa —el 1 es Adrián Martínez y el 2 José Luis Urióstegui—, no aguantó la inconformidad de vecinos con 15 días sin agua potable que, sin llegar a la furia, tomaron las calles para visibilizar estar «hasta la madre», como gritó uno, y la dejadez criminal del PAN-gobierno.
Vecinos de La Estación y periferia corrieron al empleado segundón, que constantemente se llevaba la mano derecha a la altura del corazón, en señal de ansiedad, mientras la agitación vecinal escalaba. En su huida, metió una mano en el bolsillo del pantalón, en señal de pasotismo.
Aquel baño de agua puerca no sirvió de mucho al Bufete Jurídico JENCA —José, Evelia, Nadia, Carlos y Alicia—, por cuya negligencia criminal de todos se expusieron a perder la vida al subir a un sitio prohibido por escrito, antes de ver a Cuernavaca convertida en la más grande cantina, tianguis y zona delincuencial y de extorsiones policiales del estado.
Siendo Cuernavaca una de las ciudades menos habitables del país —la insatisfacción en la prestación de servicios públicos y actos de corrupción son las principales causas—, la escasez de agua potable encendió ayer el foco de la atención estatal, tomando el control de calles y avenidas la comunidad sedienta, tema que escalará social, política y electoralmente, sin duda.
Con electorerismo o sin electorerismo, en el hotel Papagayo dirán que es campaña negra haciendo un Cuauhtémoc y que los vientos políticos golpean fuerte la solidez de las instituciones municipales camino a la reelección. Mentira. El despacho abogadil cumplirá tres años llenando las calles de puestos callejeros hasta de mercancías de contrabando y hasta las zonas tranquilas de cantinas —¿por qué abiertas a las cinco de la mañana, cuando a esa hora la gente honesta se prepara para ir a trabajar o estudiar?—, cuyos decibeles suenan más fuerte que los balazos, mientras en la oficina del número 3 desapareció por decreto la Policía de Vialidad para dar paso a la moderna policía recaudatoria, sin que los regidores relinchen, pues son parte de esa causa de corrupción. De ahí el término criminal del segundo párrafo.
El gobierno de la Ciudad de Cuernavaca no aguantó los reclamos en absoluto incontrolables de quienes padecen falta de agua y buen gobierno —«Estábamos mejor cuando estábamos peor»—, a quienes se les viola un derecho humano fundamental, representado por el empleado municipal que, además de violar la ley, siendo abogado, huyó de la zona de protesta, acaso porque no había hidalgos ni maderos ni juárez.
letraschiquitas
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