Redacción MX Político.- En medio de la ola de indignación de las mujeres por los feminicidios y la violencia de género, pasantes de las carreras de Historia y Sociología que cumplen con su servicio social en el Archivo General de la Nación (AGN) denunciaron ser víctimas de acoso sexual y hostigamiento laboral, así como de insultos y malos tratos de sus superiores inmediatos sin que hasta ahora haya consecuencias.
De acuerdo con un escrito que hicieron llegar el pasado 6 de enero al director general del AGN, Enrique Ruiz Abreu, entre otros altos mandos, al que tuvo acceso Apro, los estudiantes acusaron particularmente a Rubén Barredo Pedrero, Descriptor y Catalogador de Expedientes de la Dirección de Asuntos Jurídicos a cargo de Marco Palafox Schmid.
Según los denunciantes, Barredo Pedrero “utiliza un lenguaje soez, en doble sentido, así como (un) lenguaje sexual y discriminatorio por la posición social” de los jóvenes, así como de desvalorizar su capacidad laboral y de provocar un ambiente de trabajo “tenso y desagradable”.
Hasta el pasado 20 de febrero, los prestadores de servicio social provenientes de la UNAM, la UAM, la UACM y ENAH formaban parte del programa “Grupo especial para la atención de documentos de la DFS y DIPD” de la Unidad de Transparencia del Archivo. Su trabajo consistía en el testado de datos sensibles, después de que las autoridades del AGN pusieron a disposición del público la consulta directa de los documentos originales de la extinta Dirección Federal de Seguridad por primera vez después de 18 años, debido a la presión ejercida por investigadores, ex militantes y familiares de desaparecidos políticos ante las medidas restrictivas.
En su carta, los pasantes expresaron su preocupación por la “apatía” e “ineptitud” con la que el funcionario manejó la documentación que contiene la memoria histórica del país: “No se toma con respeto ni seriedad a las guerrillas, a los movimientos sociales, a los desaparecidos, a las víctimas de delitos, a las figuras públicas”.
Además, denunciaron que Barredo Pedrero se refiere a dichos documentos como “expedientes mierdas”.
Águila o sol
En entrevista telefónica, una de las egresadas, que prefirió omitir su identidad por seguridad, narró a esta agencia que, en una ocasión, después de una fuerte discusión entre miembros del Grupo Especial para decidir si clasificaban como confidenciales los nombres de los militantes que acompañaron a Lucio Cabañas en la guerrilla en Guerrero, Barredo puso punto final al debate con un volado. “Si cae águila, se testa; si es sol, no se testa”, dijo.
En su escrito, los pasantes también expresaron inconformidad hacia Jordi Valencia Rojas, jefe de Departamento de Estudios Jurídicos y Archivistas y supervisor del área jurídica del Archivo. Lo acusaron de fomentar las burlas hacia algunos de ellos, además de que “no realizó ninguna acción para detener y combatir dicha situación”.
En la misma entrevista, la denunciante explicó que las muestras de inconformidad expresadas por ella debido a los criterios inadecuados para testar fue lo que desencadenó el acoso y hostigamiento sexual constante por parte de Barredo, quien además la difamó al inventar que sostenía una relación íntima con Valencia Rojas y que sería ella la “futura jefa”.
Sin embargo, cuando Jordi Valencia recibió la queja de la joven, lejos de “tomar las riendas” del problema ocasionó que las burlas contra ella fueran mayores.
El trato discriminatorio hacia las pasantes por parte de los servidores públicos del AGN motivó que las mujeres se unieran y apoyaran mutuamente y juntas comenzaron a formar su propio grupo, lo que pronto les generó un nuevo insulto de parte de Rubén Barredo: “Mal cogidas”, las llamó.
Además, arreció el acoso con preguntas sobre su vida íntima y personal y colocaba condones en los cajones donde ellas guardaban los expedientes y sus útiles de trabajo.
La inconformidad llegó hasta el titular de la Unidad de Transparencia y Director de Asuntos Jurídicos y Archivísticos, Marco Palafox Schmid. Sin embargo, el funcionario se limitó a imponer un reglamento “abusivo” a los prestadores de servicio social, prácticas profesionales y becarios del Programa de Jóvenes Construyendo el Futuro.
Además de riguroso con los retardos y faltas injustificadas –causales para la baja definitiva–, el reglamento interno de la Unidad establece que los pasantes deben realizar “la lectura, análisis e identificación de datos personales de naturaleza sensible”, así como un cuadro con los datos de identificación a razón de 50 fojas por hora o, de lo contrario, su supervisor directo podría tramitar su baja definitiva por “falta de productividad”.
Contrario a los objetivos que marca el proyecto, según el cual, los pasantes supuestamente obtendrían experiencia y habilidades en el desarrollo de su ámbito profesional como “analistas en materia de transparencia, acceso a la información y protección de datos personales, especializado en la evaluación de la información contenida en documentación histórica”, la denunciante explicó que nunca se les brindó capacitación y que ni Barredo Pedrero ni Valencia Rojas mostraron disposición para enseñarles los métodos de trabajo, por lo que cada quién usó los criterios que creyó convenientes, por lo que “no existe una secuencia en el trabajo”.
jvg