Un grupo de científicos, entre ellos dos investigadores de la UNAM, descubrió en Chiapas una nueva especie de lagartija. Se trata del dragoncito de Coapilla (Abronia cunemica), que es endémico de México y del cual se tiene registro de sólo cinco ejemplares.
El dragoncito de Coapilla habita en los árboles del norte de Chiapas; el único macho adulto encontrado pesó 38 gramos y tuvo una longitud aproximada de 12.7 centímetros de largo (sin considerar la cola). Asimismo, se han localizado tres hembras adultas que pesaron 23 gramos y tuvieron una longitud de 11 centímetros de largo (sin considerar la cola).
Al igual que numerosos miembros de su género, su cola es prensil, lo que les permite afianzarse de las ramas y escalar hasta 40 metros de altura. Su coloración es en marrón claro, con bandas transversales oscuras, que a veces se reducen a una serie de manchas, y su cabeza es de color amarillo pálido, con marcas oscuras en formas de flechas; asimismo, carece de escamas supraauriculares protuberantes y de escamas posterolaterales de la cabeza, con formas de casco.
El lugar en la que se encontró la lagartija se caracteriza por tener una gran laguna, y alrededor de ésta hay bosques de pino y encinos. Allí si bien hay población humana y algunas zonas de cultivo, parece ser un hábitat ideal para esta especie. Aunque se trabajó en otras áreas cercanas para comprobar si su distribución era más extensa, no hubo más avistamientos.
Al igual que otras especies, Abronia cunemica probablemente no llega a tener grandes poblaciones, por lo cual es rara y puede estar en riesgo de extinción. Como anteriormente se mencionó, únicamente se han encontrado cinco ejemplares.
“El problema de las lagartijas del género Abronia es que la mayoría viven en los árboles, y la tala ilegal se ha vuelto un problema muy importante en nuestro país. Por ejemplo, hay datos que señalan que de los bosques mesófilos de montaña que teníamos originalmente en México, únicamente queda el 10 %. Como resultado, este tipo de destrucción tiene consecuencias muy graves para la biodiversidad”
Además, otra cuestión que podría afectar a la Abronia cunemica es el tráfico ilegal de especies. Al ser de colores muy vivos, demasiado llamativas y tener un aspecto similar a los dragones, este tipo de lagartijas están expuestas a que las personas dedicadas a esta actividad de manera ilícita las vean como un buen negocio. Datos de Vida Silvestre Coatl revelan que los contrabandistas las venden hasta en 2,000 dólares.
En México, de acuerdo con datos federales, existen alrededor de 417 especies de lagartijas, siendo la familia Phrynosomatidae la de mayor diversidad, ya que representan 15.9 % del total de especies en la nación.
Debido a que nuestro país es rico en la diversidad de tipos de lagartijas, los científicos invitan a la población a no matarlas y buscar los medios para preservarlas. Asimismo, piden a la gente se abstenga de capturar a estos animales si se encuentran con alguno, y en su lugar informar a las autoridades pertinentes acerca del avistamiento para llevar un registro adecuado.
Los académicos publicaron su trabajo en Plos One, investigación que fue reproducida también por la National Library of Medicine y el National Center for Biotechnology Information del gobierno de Estados Unidos (https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC10763973/).
Información de gaceta.unam.mx
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