TLATLAYA
“Abatir, no significa matar, exterminar o eliminar a algo o alguien “Dijo, con toda razón, el ahora “comisionado contra las adicciones” en México, don Manuel Mondragón y Kalb.
En verdad, eso dicen, fue la orden que se dio a los encargados de “atrapar” a los delincuentes-no oficiales- finalmente ejecutados en Tlatlaya. Y, se desprende, de lo dicho, que lo mismo fuera con cualquier persona que el “gobierno” considere que lo es o lo son.
Lo que no contaron los “altos mandos” de los soldados, es que estos, no iban a consultar algún Diccionario, para asegurarse del significado de la palabra que se dio como orden: ¡ABATIR!
En una nación como “la nuestra” donde las autoridades (?) engañan una y otra y otra vez a la ciudadanía, y se traicionan aun entre ell@s mismos, no sería nada extraño, que la orden de “abatir”, se hubiese dado con toda la maldad del mundo, sabiendo de la ignorancia de la mayoría de nuestros soldados, que interpretarían, como fue, la orden, como la eliminación del “enemigo”.
Se esto fue, ¿a usted le extrañaría? Hemos visto tanto, que ya nada sorprende en nuestro (?) México de injusticias y enormes contrastes entre el 1% que lo tiene todo, y el 60% o más, que no tiene nada. Gracias a las políticas de sometimiento del pueblo a través de la Tele. La prensa y Radios afines con los gobiernos, a preservar la desigualdad brutal y cambiar “favores”, cada que se necesitan, por dádivas humillantes a l@s más necesitados del país, que, dadas sus condiciones de miseria, no se pueden dar “el lujo “de rechazar.
Algo si queda claro. Por si alguien aun lo dudaba. “Allá arriba”, se protegen, lo que no hacemos, “abajo”, de sus delitos. Se encubren, porque todos, o casi, están en la misma “sintonía”. ¡Saquear, saquear y saquear!, es la consigna al llegar a formar parte de la “clase dorada”, política o empresarial, que por obra de Dios (?) Y de la mansedumbre del proletariado, les toco en “suerte” ser parte.
¿Sera este caso, como los cientos de ellos, uno más en el anecdotario de “la justicia” mexicana?
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Jacobo Zabludowsky
¡Ha muerto un gran periodista e intelectual mexicano!
Es lo que escuchamos de las voces “autorizadas” de los medios y la política. Estoy de acuerdo, en que lo fue. No tengo la menor duda. Jacobo, fue un referente del periodismo alineado a el poder, político y económico del país. Tampoco tengo la menor duda.
En aquellos años de brillantez del periodista más escuchado y más visto, después, con la Tele 1950, nadie dudaba de lo que Jacobo transmitía a sus escuchas, yo entre ellos, y por si algo no quedara claro en las charlas entre cuates, no faltaba la afirmación rotunda, como afirmación DEFINITIVA. De la veracidad de lo “charlado”, el: ¡LO DIJO JACOBO!
Esos fueron años de gloria, mediática, de Jacobo, por quien pasaban todos los acontecimientos, buenos o malos, que se derivaban de los movimientos políticos del tiempo que le toco vivir como estrella del sistema, callando (que es lo mismo que encubrir) los crímenes que se cometían desde las esferas del poder, contra el pueblo. Es famosa su frase-no es leyenda, fue, tristemente, verdad-de la mañana en que fueron masacrados estudiantes, obrer@s, amas de casa, niñ@s, en la Plaza de Tlatelolco. “HOY FUE UN DÍA SOLEADO”
Dicen los que estuvieron cerca de él: “es que no había de otra, tenías que decir lo que “te permitían” desde el gobierno, decir”. Puede ser.
Salió de Televisa por X diferencias, pero lo que ¡YO!, recuerdo, es que hubo por allí, un asunto familiar, donde estuvo envuelto Abraham, hijo de Jacobo y La dirección de Televisa. La verdad, ellos la saben y el, se la llevo.
Fuera de Televisa, Jacobo, reacciono como muchos y muchas gentes de poder, que pierden sus privilegios. Se volvió, critico, no feroz, del sistema, al que perteneció por décadas. Entonces, como por gracia divina, se dio cuenta de las desigualdades entre los habitantes del país que tanto amó.
Escribió decenas de artículos sobre la situación de cuasi miseria, que vivían (?) , los mexicanos que no formaban parte de las élites del poder público o privado de México. Asistió a muchos foros donde urgió a los hombres y mujeres del poder económico, a repartir su “buena suerte” con las mayorías. Lástima, que fue tan poco el tiempo que dedico a esas tareas tan plausibles. ¿Por qué?
¡Regreso al redil! Apenas le dieron un poco de aire, con “el chacal Calderón” y con “el copetes de televisa”, Jacobo el hombre del sistema, volvió al redil. Si bien no como lo fue antes con 24 Horas, si se le empezó a “reconocer” desde el poder, los “méritos” para ser considerado un hombre leal a la patria y buscarle condecoraciones por un lado y por otro. Cosa que en un hombre de su capacidad intelectual, debió rechazar. Todo lo contrario gustoso acepto lo que su ego le dijo que merecía. Al final, no se le concedió alguno de estos “reconocimientos”, por el rechazo de la sociedad.
Se fue, si nos dejó enseñanzas, si fue un hombre de amplio criterio y sabiduría. Pero, también fue un hombre del sistema corrupto y engañador, que padecemos los mexicanos, desde que “somos libres”.
Dijo “Lola Ayala” de Jacobo: “Nos dio lecciones de sencillez”. . . ¡No aprendió!
Francisco Guzmán
Chicago, IL.