Ted Cruz senador republicano nacido en Canadá y naturalizado estadounidense, desenmascarado por sus colegas. Mas ducho que la mayoría de ellos en el manejo de los procedimientos del senado, secuestró al país por 14 días, obligando el cierre parcial del gobierno federal, poniendo en jaque las negociaciones de la deuda del techo fiscal para el próximo ejercicio.
Hijo de un cubano y una estadounidense de origen italiano e irlandés, dice con orgullo: “Soy cubano, irlandés, e italiano y termine bautista sureño”. Y… en dónde quedó el amor por los Estados Unidos del senador por Texas, desde enero del 2013, cómo erigirse con éstas credenciales de certificado de origen como adalid de las nobles causas del país, discutible, increíble, limitado su futuro, ni el pragmatismo le salvaría de la animadversión ciudadana.
Igual a su colega Sarah Palin, ex gobernadora de Alaska y candidata a la presidencia como mancuerna del respetado senador, héroe de guerra, John McCain, convierte el carisma en músculo político para pervertir al electorado a base de infamias, sin razones, información y estadísticas sesgadas, abuzando de los espacios vacíos en el senado, sumiendo al electorado en la confusión que provoca la insensatez de sus representantes en la cámara baja.
La Palin aprendió, a pesar, de su escasa cultura, juicio estrecho y pobre inventario de neuronas, del Tea Party que el extremismo apasiona, vende, causa polémica sin sustancia.
El antecedente, la regresa a la carga como la mayor detractora del Obamacare, el programa de salud-votado por el congreso dos veces y legitimado por la Suprema Corte de la Nación- del presidente demócrata Barack Obama,
La repulsión de Cruz al Obamacare en vez de desvirtuarlo, o cancelarlo como desearían los republicanos, lo fortaleció, la visibilidad mediática lo popularizó al demostrar su bondad en relación al sistema de salud vigente, en esencia, porque el costo para el usuario es menor al actual en 30% promedio, disfrutando de los mismos servicios.
La realidad es que el 73% de los ciudadanos están en contra de los republicanos por la actitud intolerante que tiene al país al borde del precipicio económico. Sin embargo, la realidad de este circo político tiene por objeto el incremento de los intereses en todas las actividades financieras para caer en otra recesión.
La confabulación pareciera orquestada por el Gran Orden, el Club Bilderberg, para desmantelar la administración del afroamericano en la Casa Blanca.
El aprendiz de Maquiavelo, el “apátrida” Ted Cruz, le ha generado un daño al país de consecuencias inconmensurables.
Lo trágico es que ni los suyos lo quieren, la doble nacionalidad pone en entredicho su posible candidatura a la presidencia en el 2016, aunque cubra los requisitos legales para el cargo.
El mayor enemigo es el repudio del electorado en general, del congreso y los medios que encantados a cubren la nota incendiaria del antiamericano Ted Cruz, que una vez desenmascarado, se espera que mañana después de las 11AM se autorice el presupuesto y el techo de deuda fiscal federales.