La tormenta polar Hércules durante el año nuevo, y ahora el vórtex, con vientos gélidos y temperaturas de menos 8 y 10 grados centígrados bajo cero, hacen la cotidianeidad imposible. Perfecta excusa para escapar a la ciudad de México.
En Washington, D.C. quedan pendientes las 3 principales asignaturas del gobierno de Barack Obama, el techo fiscal; la extensión del seguro de desempleo y, la reforma migratoria.
El Congreso tendrá que revisar cuidadosamente, cada una, por la adecuada marcha del gobierno, sin olvidar que el 2014 es año de campañas y elecciones intermedias, de toda la casa de los representantes, 8 sillas claves en el senado y varios gobiernos estatales.
Siempre es grato volver al terruño, me aleje de la región mas transparente cuando perdió su diafanidad, sumado a los estragos que causó el terremoto, del 19 y 20 de septiembre de 1985, a varias zonas capitalinas, las oportunidades profesionales se percibían limitadas y, la seguridad citadina ya no era tal, el índice de criminalidad crecía con los días.
La ciudad de los palacios languidecía al igual que la economía general del país. El milagro mexicano de los sesentas se quedó acuñado en una frase hueca, como la que nos pretendieron vender los voceros de EPN al arribar al poder; el Momento de México.
Por eso, al inaugurarse la XXV Reunión Nacional de Embajadores y Cónsules, sorprende que el secretario de Relaciones Exteriores, José Antonio Meade Kuribreña, “conmemore” tres aniversarios de sucesos destacados de los últimos 20 años; el del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, que según el, permitió “abrirnos a la competencia y al mundo”; el surgimiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), “que nos recordó la deuda social que tenemos como país”, y finalmente la entrada de México a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) “que nos obliga a compararnos siempre con los principales países del mundo”.
A su vez, le recordó al cuerpo diplomático el peso de las reformas financiera, educativa, hacendaria, de telecomunicaciones y de competencia en el porvenir del nuevo México.
Qué nos quiso decir, que ahora Sí el país va rumbo a la prosperidad. Que es tierra segura para inversiones foráneas por nuestra mano de obra competente aunque mal pagada, que se cuenta con la infraestructura y recursos naturales para acoger corporaciones de nivel mundial para que al asentarse, las utilidades que generen retornen a las naciones de origen, o, que participarán en el desarrollo nacional, hombro con hombro, con los mexicanos, reinvirtiendo y generando mas fuentes de trabajo con salarios de clase global.
Dentro de las instrucciones, al cuerpo diplomático, debería ser apoyar, cabildear la reforma migratoria en los estados unidos a favor de los connacionales, no basta el apoyo diario en salud, educación, migración documentación, etc. La verdadera tarea consiste en hacer lo necesario para que se apruebe la citada reforma, de tal suerte, que de fallar las reformas estructurales, mas mexicanos emigrarán poniendo en riesgo cada vez mayor sus vidas, en aras de un sistema reprobado con anterioridad.