¡Deportador en Jefe! Activistas pro inmigración se manifestaron ante la Casa Blanca para solicitarle al ejecutivo que detenga las expatriaciones mediante una orden ejecutiva. De no hacerlo, la semana entrante la administración de Barack Obama habría regresado a sus países de origen a 2 millones de sin papeles, de los cuales más del 80% son connacionales.
1,200 deportaciones diarias es el fatídico índice que separa a cientos de miles de familias sin remedio. Las voces de las diversas agrupaciones en todo el país a favor de la Reforma Migratoria es motivo de análisis en los medios, y los sesudos académicos demuestran las bondades socioeconómicas, los resultados de la encuestas más recientes indican que el 67% de la ciudadanía está a favor y 33% en contra.
La realidad es que la anhelada Reforma, no se dará hasta el 2017. Por el efecto de las elecciones intermedias del próximo noviembre en las cuales se elegirán a la totalidad de representantes en el congreso, a 8 senadores clave que podrían cambiar la mayoría de demócratas a republicanos, más una veintena de gubernaturas. Seguido se inicia la carrera por la presidencia, 2015.
En el 2016 termina el mandato de Obama. Quien sea el sucesor, sin importar al partido que pertenezca, no se atreverá en el primer año de administración a empujar la Reforma Migratoria. El razonable periodo de acomodo en la Casa Blanca, la luna de miel con los votantes, y el temor al costo político que implica aplazara su destino. La mejor opción es que surja como iniciativa de la cámara baja de los representantes, así, el presidente no se ensucia las manos en el camino para reelegirse por un segundo término.
Mientras tanto cientos de miles de menores, hijos de inmigrantes, nacidos en este país se quedan al garete en “custodia” de los servicios sociales, para después de tortuosos y largos trámites legales terminen en orfanatos para ser dados en adopción.
La circunstancia parecería drástica, hasta inhumana, cuando es lo contrario. Los servicios sociales no solo se preocupan de tales situaciones, también rescatan a los menores de hogares donde la violencia familiar es parte de la vida cotidiana, entre otras. El resultado es, que la mayoría de los dados en adopción después de vivir con los padres adoptivos no desean regresar con los consanguíneos.
Dos son los motivos fundamentales, ya no los recuerdan o, viven con estándares de vida superiores a los de su vida pasada, la cultura del sueño americano los sedujo con la calidad escolar y deportiva, el confort del nuevo hogar, el dominio del idioma, las posibilidades culturales y artísticas, a las de innovación o las tecnológicas, el porvenir se les presenta amplio.
Se convierten en activo del futuro del país, sin necesidad de reformas, es simplemente talento que se asimila a la sociedad de donde forman parte.