Se inaugura El Museo y Memorial del 11 de Septiembre. Durante mi estancia en La Gran Manzana, por nueve años, he preguntado recurrentemente a los neoyorkinos que he conocido, su experiencia cuando sucedió el ataque terrorista a las Torres Gemelas en el corazón mismo del distrito financiero.
¿En dónde se encontraban al momento? ¿Cuál fue su reacción? Basta con los dos cuestionamientos para conocer a detalle la respuesta, siempre, más larga a lo esperado.
La mayoría incrédula del suceso, sin información de primera mano en los primeros minutos del ataque, los mantuvo perplejos, pensando que se trataba del inicio de una conflagración.
Otros no dudaron en expresar que fue un ataque terrorista, en esta ocasión con éxito al compararlo al ocurrido el viernes 26 de febrero de 1993 en el estacionamiento subterráneo de la torre 1 norte.
Entonces un camión detonó casi 700 kg de explosivos en su interior. El objetivo; destruir los cimientos de la Torre Norte para derrumbarla sobre la Torre Sur y asesinar a miles de personas. El saldo: seis muertes y 1.042 heridos y, un agujero de 30 metros. Los responsables ligados a Al Qaeda.
Con impresionante rapidez y tino, los medios informativos dieron cuenta del suceso, no solo contra las Torres Gemelas, sino también el acaecido contra una de las fachadas de las oficinas del Pentágono en la capital del país, Washington, D.C. y el fallido intento del cuarto avión, perteneciente al vuelo 93 de United Airlines.
Este no alcanzó ningún objetivo al estrellarse a campo abierto, cerca de Shanksville, en Pensilvania, al perderse el control en la cabina de comando y, por el presunto enfrentamiento de los pasajeros y tripulantes en contra del comando terrorista. El objetivo; el Capitolio de los Estados Unidos, en la ciudad de Washington D.C.
El saldo de los 3 atentados causaron más de 6.000 heridos, la muerte de 2.973 personas, más los 19 terroristas y la desaparición de otras 24.
Llama la atención el empecinamiento de los neoyorquinos después de casi trece años de los atentados a recordar la funesta fecha con el Museo y Memorial de septiembre 11, con dignidad, dolor y honor.
Mientras que en la capital del país, pareciera que se desea borrar de la memoria colectiva lo sucedido al Pentágono minimizando cualquier ceremonia alusiva. En el caso del cuarto avión los deudos realizan, año con año, un acto solemne en el sitio en donde el este se estrelló.