Censurable la aspiración de Rafael Correa, presidente de Ecuador, de mantenerse en el poder indefinidamente. Modificar la Constitución del país para reelegirse después de siete años en el poder, es una acto deleznable contrario a las instituciones nacionales y una ofensa al pueblo ecuatoriano.
¿Acaso no son suficientes tres términos? Ganó las elecciones presidenciales de 2006, reelecto para el cargo en las elecciones de 2009, año en que fue presidente pro tempore de la UNASUR, y reelecto Presidente de Ecuador, por tercera vez, en las elecciones presidenciales de 2013.
La semana pasada Correa argumentó, que la decisión de reformar la Constitución es la amenaza que se avecina, de “tiempos duros”, en contra del movimiento que lidera; La Revolución Ciudadana (No confundirla con la bolivariana, la de “Rafita es de altos vuelos”).
El presidente continua su lógica para proponer tal atrocidad escudándose en, que “hay una restauración conservadora en marcha”, que atenta contra los avances del país en los últimos siete años. Con estos sesudos argumentos convence al ser humano más pragmático y, se le aplaude la generosidad para perpetuarse en el Palacio de Carondelet.
Un político, peor aún, un presidente que no es congruente con el dicho y el hecho merece extrañeza, sospecha, pone en tela de juicio su integridad como parte intrínseca de su calidad de líder. Propicia la subordinación de los intereses personales a los intereses de las instituciones y de los gobernados.
Rafael Correa comentó: “Es muy malo que una persona sea tan indispensable que haga reformar la Constitución y cambiar las reglas de juego”. Después de su ratificación en el 2009 y, hasta principios del 2013 sostuvo que estaba agotado, que la responsabilidad del cargo afectaba a su familia.
¿En qué momento desvió el rumbo? ¿El ejemplo de Putin en la saga Ucrania-Kiev-Sebastopol, lo envalentonó? Total, los opositores al líder ruso prefieren la diplomacia como instrumento para dirimir conflictos, que la imposición o la intervención armada. Qué son una o tres sanciones económicas, en especial tratándose del Ecuador país próspero sin diferencia sociales. ¿Cómo explicar tal obnubilación?
El buen gobierno, de apreciarlo así la ciudadanía, no amerita pretexto para eternizarse en el poder. Una de las principales características de la democracia es aceptar el relevo, lo hecho, hecho esta y la historia es quien juzgara el desempeño.
Pareciera que al mandatario Correa se le inoculó ese virus fatal, el “arrogamoeba tiranus eternolino”, que contrajo Fidel Castro en Sierra Maestra. La misión, derrocar al tirano Batista, liberar a Cuba y establecer un gobierno democrático, se alteró por los efectos del microbio.
La historia de Cuba bajo el castrismo revela todo menos el destino primario. Después de más de medio siglo en el poder, los resultados son paupérrimos desde el ángulo que amerite la evaluación, sin desconocer los aciertos en educación, medicina, en retorica incendiaria, distorsionar la verdad y, únicos paladines de la justicia y equidad.
El virus con efectos colaterales, en ciertos casos letales, también contagió al comandante bolivariano Hugo Chávez. Los frutos de su gestión saltan a la vista, solo rebasados por el elegido para sucederlo después de su muerte, el brillantísimo, esplendido mandatario; Nico (in) Maduro, que mantiene en jauja al pueblo venezolano.
Dicen los virólogos, que Nico contaminó a Diosdado Cabello, al congreso del país, a los jueces y, a la gavilla-gabinete que lo secunda. Muchos consientes de la epidemia han fraguado un par de golpes de estado, con la esperanza que la dimisión ofrezca la vacuna para el mal.
Evo Morales padece ciertas manifestaciones origen del mismo “bicho”, pero no se anima a confesar la terrible inclinación a la perpetuidad. A lo mejor sus paisanos Del Alto lo contienen de tal tentación.
Esa pujante ciudad se caracteriza por sus habitantes valerosos, defensores de los intereses de Bolivia y, representan a la vanguardia social protectora de los recursos naturales del país. Centro de inmigrantes rurales en busca de bienestar socioeconómico, educación y salud, en donde se han construido mansiones de arquitectura sin precedentes, dignas competidoras de las más fastuosas edificaciones en los emiratos árabes o las de “Las mil y una noches”.
Con tales contradicciones sociales al indígena de Orinoca, Juan Evo Morales Ayma, le resulte un insulto a sus convicciones mantener la insana idea de sus colegas del UNISUR. (So far…)
México esta tranquilo, este virus al decir de los estudiosos, solamente se inocula del rio Suchiate al sur, a pesar, de algunos brotes pasados, cuando el innombrable padeció síntomas de esta enfermedad. Que dicha que sí existen los relevos cada seis años, aunque sean, más de lo mismo, o mucho peor.