Dos megas marchas de desobediencia civil se esperan, para el 26 y 28 de agosto próximo, la primera Nueva York , la otra, en Washington, D.C.. Los activistas pro reforma a la ley de inmigración lo anunciaron, en rueda de prensa en la capital del país, como medida para presionar al presidente Barack Obama a que favorezca a los inmigrantes a través de un mandato ejecutivo en septiembre.
Los activistas, la mayoría, jóvenes de origen hispano mostraban sendos carteles de “No papers. No fear” (Sin papeles. Sin miedo), en defensa del DACA (Deferred Action for Childhood Arrivals) Que representa la acción diferida para la aplicación de la ley de inmigración por su calidad de menores, sin papeles, cuando arribaron al país acompañados de sus padres)
La iniciativa implementada en junio del 2012, por Janet Reno, entonces, la titular del departamento de seguridad nacional, se refiere a la orden ejecutiva del mandatario federal, Barack Obama, para que estos casos se manejen de manera discrecional y benévola por las autoridades migratorias. La DACA, no representa el camino para la naturalización, si bien, la aplicación les da un respiro para que su estadía en el país sea menos abrupta.
El coordinador de las acciones pro inmigración, en el Distrito de Columbia, el reverendo Carmelo Santos manifestó: “Estamos seguros de que Obama actuará a nuestro favor. Seguiremos presionando para recordarle que tiene que pasar a la acción”. Santos insistió e, invitó, también, al gobierno del presidente a “legalizar a los padres de niños que nacieron en el país”.
Aprovechó para que el habitante en la Casa Blanca “reconozca su obligación moral de paliar la crisis de los 60.000 menores centroamericanos que atravesaron solos la frontera sur del país desde octubre de 2013 huyendo de la violencia en sus países”.
Las megas marchas convocadas en Nueva York y D.C., son la culminación de una treintena de movilizaciones durante el mes de agosto en 20 estados del país. Se espera que autoridades y la ciudadanía, “reconozcan la dignidad y, la contribución a la sociedad” por parte de los inmigrantes.
Otros de los tópicos expresados se refieren; “al racismo en contra de los inmigrantes” tras la puesta en marcha de los programas de Comunidades Seguras. Las malas prácticas promovidas por estos programas, agregó Santos, “han dividido a muchas familias” y “se utilizan como coartada para invadir la privacidad de las personas por parte de la policía”.
La esperanza y buenas intenciones, incluso de los sin papeles, quienes se pondrán en riesgo al asistir a las megas marchas, no atraviesan el mejor momentum. Su llamado no llegará con la potencia deseada a la Casa Blanca y, al Congreso. Los candidatos, para las elecciones intermedias de noviembre próximo para renovar la Casa de Representantes y un tercio de los senadores, no abanderaran la causa pro migrantes o, en contra, en las campañas electorales, por el riego político que implicaría ante una ciudadanía polarizada, que sin duda los castigaría no favoreciéndolos con su voto. Es mejor hacer mutis…