Este ha sido el verano de las contrariedades para el presidente Obama. En solo tres meses ha enfrentado las crisis de inmigración, las tensiones raciales originadas en Ferguson, Missouri con ondas expansivas a varios estados de la Unión, incluido el tolerante Nueva York. Los extremistas islámicos, del EI, que se desplazan entre Irak y Siria, y horrorizan con sus actos de barbarie al mundo entero. El conflicto Israel-Hamas, que generó las más agrias críticas globales, mientras Rusia, aprovechándose del río revuelto en el oriente medio, hace todo lo posible para convertir a Ucrania en su feudo.
Dentro de la apretada agenda del mandatario por esos acontecimientos, a la asignatura que menos atención corresponde es al tema migratorio, a pesar, del clamor de los ciudadanos a salvaguardar las fronteras con México y Canadá.
Los líderes del Senado cuyos miembros están en campaña electoral, unos para reelegirse, otros para alcanzar el codiciado escaño en Capitol Hill, prefieren dejar de lado el tema migratorio por la polarización presente entre el electorado, a pesar, que en relación al 2013 la simpatía por la reforma migratoria representó en su momento el índice más alto, con un 51%, entre el total de los ciudadanos sin importar preferencia partidista. Hoy, la cifra disminuyó drásticamente al 46%; por eso la cautela.
Para los candidatos al Congreso de la Unión, a unos cuantos meses de elecciones intermedias el próximo noviembre, es mejor desplazarse con retorica referente a los problemas locales en sus distritos, a la economía, el empleo, la seguridad nacional y, la educación. Libreto suficiente para no deslizarse entre los terrenos fangosos de la inmigración. Los demócratas no pueden darse el lujo de perder la mayoría en el Senado e intentar amortiguar su minoría en la Casa de Representantes.
La cautela que marca a los demócratas, la contrarresta la audacia republicana de producir un documental a exhibir entre sus simpatizantes y por extensión a todos los estadounidenses, lo que piensan y viven determinadas minorías simpatizantes del Tea Party en una región fronteriza. El argumento no representativo del total de la población, tampoco de la mayoría de los estados de la Unión, pretende engatusar a votantes potenciales presentando “decires” a medias, que los favorecen.
Para entender el fundamento, baste una mirada a vuelo de pájaro de hechos históricos como mero referente, posteriores a la Independencia en 1776. La Doctrina Monroe y el expansionismo en vigor. Su mejor prenda; “América para los americanos”.
(“El 18 de junio de 1812 los Estados Unidos le declaran la guerra al Reino Unido. El objetivo invadir los territorios canadienses pertenecientes al Imperio Británico, los cuales habían sido poblados a lo largo de cuarenta años por angloparlantes y mantenían numerosas relaciones culturales y comerciales con los Estados Unidos.
Entre las causas que provocaron la declaración de guerra se encuentran igualmente las restricciones al comercio impuestas por el Reino Unido a causa de la guerra que mantenía en Europa contra Francia, el reclutamiento forzado de marineros mercantes estadounidenses para servir en la Marina Real Británica y el apoyo británico a los pueblos indígenas de Norteamérica que se oponían a la expansión de Estados Unidos.”)
Estos, son algunos de los argumentos de la reportera del Tea Party quien visitó la región a que hace referencia: “El Valle del Río Grande en Texas es el punto de ruptura de la mayor invasión de territorio estadounidense desde que los británicos ocuparon y quemaron Washington, D.C., en 1812”. “Los residentes locales, en el presente, hablan de la avalancha de inmigrantes ilegales que vierte en sus ciudades en los últimos dos años y cómo los crímenes contra personas y propiedades se han disparado. Ellos cuentan historias sobre los “coyotes” – la gente mala de contrabando de seres humanos a través de la frontera con fines de lucro – que ejercen su oficio con la impunidad, y sheriffs locales explican que los carteles de la droga están ahora ejecutando el programa en ambos lados de la frontera”.
Los comentarios, según la reportera, abundan en esas localidades, la mayoría simpatizantes del Tea Party: “Pocos estadounidenses tienen la oportunidad de ver a lo largo de nuestra frontera pero es críticamente importante para que la gente vea los efectos desastrosos de la política de inmigración ilegal de la Administración Obama. Los “medios del establecimiento”, establishment, se niegan a decirle a América la verdad sobre la inmigración ilegal”.
“La inmigración ilegal no es sólo un problema para los estados que comparten una frontera con México o Canadá. Debido enfoque sin ley de Obama a la inmigración ilegal, que todos vivimos en los estados fronterizos de hoy”. La reportera no menciona en ningún momento que el presidente ha sido el mayor deportador de sin papeles, casi 2 millones durante su administración, tampoco apunta que no hay reforma migratoria porque en la Casa de Representantes de mayoría republicana simplemente no se le da la gana ni estudiarla… menos aprobarla.
“Los estados fronterizos de los Estados Unidos, del nuevo documental del Tea Party Patriots, muestra en detalle gráfico los problemas causados por la apertura de fronteras y la negativa de Obama de hacer cumplir nuestras leyes de inmigración. (Redundante desmentirla).
La mal informada reportera, de óptica estrecha, continua: “Delito. Drogas. Las tensiones financieras en nuestras escuelas y hospitales locales. Menos puestos de trabajo para los ciudadanos estadounidenses”. Otra afirmación debatible por excelencia, es bien conocido el beneficio de los trabajadores sin papeles para la economía). Terrorismo. (No conozco a ningún paisa que pertenezca al EI, o se apellide Laden. Y… en fin así continua la sarta de patrañas. Medias verdades, afirmaciones sin consenso. Mi deseo mayor es el rotundo fracaso a tal documental.