A Carlos de la Mora Navarrete amigo de vida
Y los Ingenieros apa’. El optimismo de uno de los hombres más ricos del mundo, ¡Of course Mexicano!, contra la impericia de un presidente volátil.
Tuve el privilegio asistir a la Solemne Ceremonia de Incorporación a la Academia Panamericana de Ingeniería de notables ingenieros mexicanos y un brasileño en el Palacio de Minería en el Centro Histórico de México.
Lo más cercano para mí de tal distinción es, al fin hombre de letras, integrarlos a la Real Academia de la Lengua. Neófito de la tarea que hacen los amigos ingenieros que innovan, infraestructuran países, recomponen ciudades, vitalizan áreas urbanas, recuperan con su virtud numérica y visión poblaciones enteras.
Boquiabierto por mi ignorancia, reconocí cuanto les debemos en el diario acontecer a estos héroes anónimos, nos permiten “gozar”, de energía eléctrica, agua potable, carreteras, oleoductos, presas, edificaciones, aeropuertos, muelles, ferrocarriles, la inmensidad de construcciones que en el horizonte nos abruman, en donde antes era simple suelo, tierra con olor a vida que ellos la modificaron para hacer la existencia confortable, amena, cubrir techos para quienes tanto lo necesitan, igual son capaces de hacer palacios y catedrales para nuestra admiración y regocijo.
En este solemne acontecer Sergio Alcocer Martínez de Castro, presidente de la Academia de Ingeniería de México, (subse para América del Norte de la SRE) narró una emotiva, disciplinada, documentada, semblanza del nuevo académico de honor el Ingeniero Carlos Slim Helú.
Como asumirán apreciables lectores, a los otros 9 notables les despojó, sin el desearlo, lo comento genuino! las candilejas! ! Y! miren, cada cual aporta sendas credenciales. Carlitos de la Mora Navarrete, once años director de la Orquesta Sinfónica de Minería, un ingeniero que después de participar en los grandes consorcios mexicanos como ICA, le nació la plasticidad por el arte, tan bien lo hizo que el rector, Narro, de la UNAM, lo dejó morir entre aplausos y ovaciones por los colaboradores de esa noble institución en su grata, triunfante despedida. A este buen mexicano le debemos tremendas colecciones de ópera y sinfónicas, con su terso gusto acopló a los artistas contemporáneos más importantes. (Él no lo dice, yo lo indague, la hizo rentable, es más, hasta con saldos favorables en este ingrato mundo del arte).
No los aburriré con los demás interlocutores con loas a Slim. Sin embargo, si debo corresponder cuando el-Carlos Slim- pasó al pódium (“ni modos” se rajara, al agradecimiento por su nombramiento como Académico de Honor de tan honorable Academia), tartamudeando, orador deficiente, por unos minutos los del protocolo, muy mal, pero una vez que presentó a su familia y a su “sagrada generación de ingenieros de la UNAM del 1957”, se fue como hilo de media, ameno, excelente charlista, un ser modesto, no sé si es genuino o gran actor, pero cuando menos me compró con sus nostalgias universitarias. La sencillez al comunicar sus pasajes estudiantiles como tan grande es su cariño, nostalgia de esos tiempos, que Narro el rector de la UNAM, nos comentó que en algún evento de los PUMAS, lo “desairó” de sentarse cómodamente en un palco, para irse con su “raza” la del 57 a las gradas como cualquier aficionado al equipo predilecto.
Nos remató el buen Carlos Slim con una panorámica del México por venir, jamás criticó o cuestionó la impericia de EPN y su gabinete, por contrario, omitió cualquier sabor, aroma a gobierno,! nos impulsó!, en su modestia, alentó a su generación a ser los detonadores del México que merecemos.
Debo aceptar la tenacidad de los ingenieros, su capacidad de orden, por la disciplina que conlleva el número. Lo entiendo muy bien por mi educación en el Colegio Alemán, disciplina, régimen franciscano, constancia, conocer en donde encontrar respuestas. Dignidad, manufacturados para el reto. Lealtad y compromiso con las grandes causas, hasta honestos salimos, vaya pendejada, así debemos ser todos, es un valor intrínseco, incuestionable.
Como percibirá apreciable lector otra vez me quede pasmado, cómo un hombre de esta dimensión nos sedujo a creer en México, de mi parte nunca he dudado de en donde nací, me formé, hasta que un buen día me autoexilié por los 5 continentes.
Hace unos días que pise tierra Azteca, me conmueve la lejanía a la democracia, me indigna la codicia rampante de los gobernantes, la pobreza frente a la riqueza exuberante de pocos me da vergüenza. El caso de los 43 normalistas “desaparecidos”, además del vomito que me azota, el absurdo manejo de las instituciones-TODAS- SOLO ME DECIDEN A CUESTIONARME, ¿A QUIEN SOLAPAS PRESIDENTE?…
Este dolor sincero, me provoca a lo poco que tengo de vida para construir una revolución. ¡Es increíble!
Cómo Mi país adorado ha permitido llegar a esta situación, peor, mucho peor, que cuando me fui hace treinta años. Se bien que las comparaciones son ingratas. ¿Dónde quedó el Milagro Mexicano? Aquel que era más grandioso que Corea del Sur, Vietnam, Singapur, China, la mismísimas China de hoy, hasta Brasil, Chile, el país en el cual hacíamos los proyectos de viabilidad al 10% de crecimiento, sin consultar los índices del Banco de México, el “páter noster” de la grandiosa economía. Hoy un ominoso centro de mentiras, de decires y contravenías.
“Pos qué onda” mis connacionales. Les encanta ser pobres, pedinches a Tata gobierno, a vivir con el Jesús en la boca, a corromper a funcionarios de mínimo nivel para sacar el trámite respectivo. A que los mate una “bala perdida”, a nada más ver el fut, y soñar con Thalía. No señores y señoras, están viviendo este infierno porque son comodinos, acomodaticios, la ley del menor esfuerzo. Vaya calamidad, sociedad, o suciedad sin aspiraciones. Cómansela sola. ¿O qué? No les resta dignidad para el verdadero cambio…
Para empezar el inútil presidente y bola de barbajanes-su gabinete- deben renunciar por ineptos en la función en donde están, mentirosos, copartícipes con el crimen organizado, aplastando cualquier clase de derecho que merecen y es obligación de estos para con la ciudadanía.
Como muestra un botón, iniciamos con los ingenieros. Apa’ dónde están los ingenieros, asumo deberían estar en la SCT, en el codiciado PEMEX, el INFONAVIT, y hartas posiciones en manos de los cuates de derecho, de mitología, como en el CISEN, la tropa de Hidalgo, ecólogos, químicos, biólogos, en vez de investigadores como el insigne Don Fernando Gutiérrez Barrios.
Amen.