Desde Nueva York

El Thankgiving o Día de Acción de Gracias, vence al clima inclemente en el noreste y a rijosos. ¡Basta ya de “reformitis” señor presidente!

Durante el puente largo de último jueves de noviembre de cada año, se celebra en todo el país el día de acción de gracias y, en esta ocasión a 400 kilómetros de la tierra los astronautas de la cápsula espacial ISS, se unen al festejo.

Thanksgiving, es la fecha de mayor importancia entre los estadounidenses, incluidos hispanos y otras minorías étnicas. La navidad  o el año nuevo  no aventajan la  relevancia del Thankgiving,  inmemorable fecha que invita al convivio familiar sin ningún motivo, excepto agradecer las bondades recibidas. Anfitriones y comensales, alrededor de una mesa adornada con un gran pavo y las diversas delicias culinarias  que cada familia mantiene en el catálogo de sus tradiciones.

Son cuatro largos días para degustar los manjares típicos de la fecha, además del tradicional pavo relleno acompañando de su salsa densa-gravy-, está la salsa de arándanos, puré de calabaza o de papas, y puré de manzana. También durante el periodo del fin de semana larga se hacen parrilladas, o se degusta jamón ahumado con vegetales asados. Postres todos aquellos alrededor de la calabaza y de manzanas. La actividades fundamentales además de estrechar los lazos familiares, cuando menos una vez al año,  se acostumbra a mirar el futbol, charlar y beber.

Los neoyorkinos, además de la reunión familiar, participan del desfile organizado por la famosa tienda Macy’s, en donde se presentan los personajes habituales en globos descomunales llenos de helio, como Snoopy y el regordete Pillsbury Doughboy.  Las bandas y  artistas en boga cantan en el escenario a las puertas del almacén villancicos navideños, como siempre, los manhatees  desafían la adversidad del clima para recrearse con estos personajes y abarrotar las tiendas con los súper descuentos del Black Friday-Viernes Negro- que por cierto sí son reales, no como el Buen Fin, que en esta ocasión en México por tantos chanchullos que hacen algunos comerciantes, al decir de  los consumidores,  el omnipotente virrey Videgaray,  desea eliminar esta benéfica iniciativa.

Esperemos que no se cristalice la sapientísima idea de quien calienta la silla de la SHCP, sería contraria a los intereses de los golpeados comerciantes, fabricantes nacionales de por si fajándose el cinturón por las obtusas medidas fiscales, macroeconómicas en detrimento de ellos y los compradores.

Como en todos lados sucede, en esta ocasión el esperado desfile fue opacado por  manifestantes que marcharon de forma intermitente a lo largo de la ruta, tratando de llamar la atención a la decisión de un gran jurado que  el lunes pasado exoneró de los cargos al policía que disparó y mató a Michael Brown, un adolescente negro desarmado en Ferguson, Mo., en agosto pasado.

Varios de los globos los desinflaron estos manifestantes, al grado de evaluar por las autoridades  detener el desfile. Sin embargo, el zafarrancho no llego a más, excepto, los detenidos por el “ataque” a los globos de helio  y, el show continuo. El frío y la llovizna no amilanaron a los espectadores.

¡Thankgiving vence!  Perpetúa la no obligación a regalar nada entre los anfitriones y comensales refuerza su espíritu, solo; ¡Dar Gracias!

Míster Reformitis, EPN, no convenció con sus medidas a nadie por acá. Claros que el presidente Peña Nieto,  enfrenta a la mayor crisis de sus primeros dos años de gobierno, propuso una serie de medidas para hacer frente a la “anarquía”, a partir de una limpieza de la policía local, poniéndolos bajo el control de los gobiernos estatales. Como una de las respuestas incluidas en su decálogo, por los acontecimientos de Iguala y Ayotzinapa.

Al respecto,  algunos se muestran escépticos de que el mando unificado será mejor. “La raíz del problema es la calidad de la policía, no quién les manda”, dijo el experto en seguridad pública Alejandro Hope. “Muchas fuerzas estatales también son un desastre”.

El escepticismo de las iniciativas de ley,  cáusticamente  lo desborda  el solo análisis de la realidad  del tema sobre los derechos humanos: José Miguel Vivanco, de Human Rights Watch comentó: “Es difícil tomar  el anuncio de Peña en serio. Los compromisos y planes que supuestamente están en curso”, no cuajan, no se observa avance por el contrario retroceso.  En cuanto al Decálogo de “reformitis”, añade: “Parece que el gobierno está simplemente reasignando las mismas iniciativas.”

Nosotros preguntamos con qué presupuesto, de dónde el magazo de las finanzas públicas, Mr. Viceroyal  Videgaray, reasignará los fondos para implementar la magnitud que ameritan estas supuestas iniciativas.
Joven” ilustre”, gobierne, existen todas la leyes al respecto. Ejecútelas, empezando por usted y, las autoridades correspondientes. Como diría el innombrable: “No se hagan bolas”.