664,607 jóvenes mexicanos sin papeles evitan la repatriación. ¿Ser Blanco o ser Negro?
Jóvenes mexicanos eluden la repatriación. Gracias al programa DACA (Deferred Action for Childhood Arrivals) Acción diferida para los llegados en la infancia.
Estos connacionales festejan el 3er Aniversario del programa. Una de las acciones ejecutivas que firmara el presidente, Barack Obama, el 15 de junio del 2012 ante la cerrazón de la Cámara Baja, la de los representantes de mayoría republicana para aprobar la reforma a la ley de inmigración que entonces consintió el senado.
La cifra es abrumadora al representar el 77% de los solicitantes de diversas nacionalidades al DACA. Si tomamos en cuenta los 11 millones de sin papeles, en los Estados Unidos, de los cuales son mexicanos más del 70% de acuerdo al USCIS, el Departamento de Ciudadanía e Inmigración, la protección o alivio por el Estado, a estos jóvenes, se antoja plausible.
Significa un paso colosal para admitir de una vez por todas y por el Congreso de la Unión que su tozudez al no aprobar la reforma inmigratoria es un retroceso histórico para el país que se vanagloria por su democracia y leyes acorde a los tiempos presentes.
Merece resaltar los esfuerzos que realiza el Consulado General de México en Nueva York, capitaneado por la embajadora emérita y cónsul general Sandra Fuentes Berain. Quien, brazo a brazo con sus colaboradores intensificarán los esfuerzos para que más connacionales se apliquen a este programa. Según ella: “Hay mucha gente que desconoce esta medida”.
Durante la conferencia de prensa celebrada en el Consulado General de México con motivo del 3er Aniversario del DACA. César Vargas, comentó; “ser el primer indocumentado que podrá ejercer como abogado en Nueva York, tras una histórica victoria en los tribunales. Aprendí y descubrí que no necesito una licencia para luchar por mi comunidad y eso no cambiará porque seguiré luchando por ella y por este país que tanto me ha dado a través de mi organización www.drmactioncoalition.org “.
¿Ser Blanco o ser Negro? Desde la semana pasada hemos presenciado una serie de manifestaciones en la capital del país Washington, D.C. además de decenas de debates en relación a la posición de la ex dirigente del NAACP (La National Association for the Advancement of Colored People/Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color fundada el 12 de febrero de 1909 por un grupo de activistas multirraciales estadounidense que respondían al nombre de “The Call.” (La Llamada), inicialmente se llamaron a sí mismos National Negro Committee (Comité Nacional Negro), capítulo Skopane, y activista Rachel Dolezal, mujer blanca, caucásica, de herencia europea y quien se identifica como “negra”.
Su autodeterminación generó un impacto mayor cuando se presentó en el programa de televisión “Today”, de la cadena NBC, al identificarse o reconocerse como negra. (“I identified as black”) adjetivo que a todas luces no le va con su porte de origen caucásico, a pesar del peinado afro y la piel bronceada. La declaración de Rachel también generó gran expectación en las redes sociales e incluso recibió en su casa notas amenazadoras de grupos supremacistas.
La gran cuestión de su muy personal, genuina decisión no la motivo para ser dirigente de la NAACP, sino la empatía con la causa de los negros, hipócritamente calificados por el Estado Norteamericano como afro-americanos. Rachel tiene 4 hermanos de color negro, todos ellos adoptados por sus padres. Asistió a universidades sureñas, de mayoría negra y se especializó en los derechos civiles de los negros.
Cuál es la barahúnda por la autodeterminación de la Dolezal. Su posición es clara, la particular convicción y sentir por los negros no deja duda, además de haberse casado con un hombre negro, tener un hijo de color, y participar de esas tradiciones, conducta y cultura.
Es un galimatías cuestionar a una ciudadana de este país por su auténtica determinación. ¿Acaso paga menos impuestos? ¿Sus motivos se asocian con algún crimen o falta a alguna ley? ¿El hecho le atrajo alguna ventaja personal dentro de la sociedad? Nada de eso, es simplemente una simpatizante de “hueso colorado” de los derechos civiles de esa minoría.
El tema también atrajo la atención a la clasificación de razas que emite el gobierno para identificar el origen de los ciudadanos, que mejor sería connotarlo como etnicidad.
De acuerdo a la ONU, a través de la UNESCO desde 1950 aclaró: la raza del planeta es “La Humana”, porque confundir raza con etnia y además clasificarla en: blanco, afroamericano, hispano, asiático, etc.
Hasta 1940 a los mexicanos se les categorizaba así: mexicanos, para después salir con la mamarrachada de ¡hispanos o latinos! A los coreanos igual, hoy asiáticos. Sobre qué base el departamento de ciudadanía e inmigración clasifica el origen de sus ciudadanos.
Resulta absurdo ahondar en si es etnia o raza, puesto que ambas connotaciones son diferentes, sería menos discriminatorio, excluyente, cuando alguien o una autoridad requiera conocer el origen de los ciudadanos y, hacerlo así: ¡Origen!
La otra cuestión. El hecho de ser asiático, latino, caucásico, blanco, etc. Determina personas de primera clase o de segunda o de tercera. De ser así, mas discriminatorio y absurdo no podría ser en un país donde la constitución no hace diferencias.