Grave amenaza al Caribe Mexicano. Se levanta el embargo aéreo comercial a Cuba. Después de 54 años las aerolíneas estadounidenses surcaran los aires de Cuba. Si usted, apreciable lector, cree que durante esos años de incomunicación aérea a la mayor de las Antillas los “cara pálida” no visitaron la Habana, Varadero, Camagüey (Patrimonio de la humanidad), Holguín y la hermosa playa de Guardalavaca, de aguas cálidas y arena blanca caribeña, craso error.
Desde Cancún, aproximadamente 100,000 estadounidenses viajaban al año, de la ciudad de México la cifra era mayor. Usualmente acompañados de algún mexicano o, por su cuenta los temerarios, eso sí, todos advertidos para que no les sellaran el pasaporte en el aeropuerto internacional, José Martí, de la Habana. Faltara más, todo era cuestión de alargar unos dolaritos al oficial de migración para franquear el ingreso sin macula en el documento oficial.
Para los “güeros”, morir sin beber un mojito en La Bodeguita de en Medio, visitar La Finca Vigía del Premio Nobel Ernst Hemingway quien adoraba Cuba y sus bares; montar una jinetera, o asistir con morbosa curiosidad a comer en un “Paladar’, lo mismo, beber un aperitivo en la terraza del hotel “El Nacional”, originalmente, Hilton La Habana, o asombrarse con el parque vehicular de automóviles de los 50’s transitando alegremente en la avenida frente al Malecón, resultaba imposible.
(De La Finca Vigía. El laureado con el Nobel en 1954, que por cierto no asistió a la entrega, tuvo cercanía con Fidel Castro, incluso se regocijó con la caída de Fulgencio Batista, sin embargo, cuando el barbudo mayor, se salió del huacal para convertir la isla en un estado socialista, Hemingway, sin chistar la abandonó. Dejo tras de sí, más de 6000 libros y obras de arte invaluables, regalos de amigos pintores y escultores de Europa, África y Latinoamérica. La finca después de su salida fue expropiada)
Desde el 1999, cuando Bill Clinton era presidente, las escaramuzas para levantar el embargo económico a Cuba causaron enorme revuelo en las comunidades turísticas caribeñas, incluidos Cancún y Costa Rica, la posible apertura amenazaba la afluencia de turistas a esos balnearios de clase mundial. Ya entonces, la fila de las marcas más emblemáticas de EE.UU., formaban cola para obtener concesiones para construir hoteles y resorts en la Antilla Mayor.
Igual, en esa época, a Cancún, Cuba y Costa Rica, la de “Los 100% Ingredientes Naturales”, por su carácter ecológico, les denominaban las Tres “C’s” del turismo internacional. Ante la posible apertura de Cuba estimaban perder cuando menos el 15% de afluencia de turistas los primeros 18 meses, luego, las aguas tomarían su cauce. ¡What ever it means!
Hoy en 2015, con la impresionante visibilidad mediática, de Cuba, encabezada por el presidente Obama, el secretario de estado Kerry, los cálculos podrían ser diferentes. Todo será un proceso de construcción para incrementar el inventario hotelero, ponerlo de acuerdo a las exigencias de los estadounidenses y contrarrestar al mayor enemigo; el apetito de los estadounidenses para pernoctar en el “paraíso recuperado.” Esa Habana, la de la memoria colectiva histórica, de leyendas y mentiras, de apuestas, prostitución, ríos de alcohol a bajo precio y estupefacientes fáciles de obtener.
Los hoteleros mexicanos, no deberían aflojar el paso en su labor de ventas y promoción internacional, creando valores agregados, nuevos productos para suavizar lo que no deseamos suceda, sucederá. Un imponente jugador de ligas mayores enfrente del mostrador.