Venezuela en el preludio de una dictadura militar. 9 de cada 10 venezolanos están en contra de la farsa revolucionaria bolivariana.
El mequetrefe Nico (in) Maduro ha expresado que de no ganar las elecciones se volcará a las calles, “con el pueblo”, para llevar el legado chavista a otro nivel, sin decirlo expresamente, dio a entender claramente que las fuerzas militares le respaldarían para oficializar el particular golpe de estado.
De acuerdo al reconocido Centro de Investigación PEW el 85% de los ciudadanos desaprueban la gestión de (in) Maduro. (El PEW, es un think tank con sede en Washington, D. C. que brinda información sobre problemáticas, actitudes y tendencias que caracterizan a los Estados Unidos y el mundo).
De acuerdo al PEW: “A sólo unos días de las elecciones, la inflación aparece como la mayor preocupación de los electores en Venezuela, con un 92 por ciento del total, seguida por la falta de oportunidades laborales (85 por ciento), escasez de canasta básica (84 por ciento) y la criminalidad (82 por ciento).
Otras de las preocupaciones de los venezolanos son, en ese orden, la deuda pública, el cuidado de salud, la corrupción de líderes políticos, la pobre calidad del sistema escolar, la brecha entre ricos y pobres y el tráfico vehicular.
La encuesta mostró que los venezolanos que se identifican como de izquierda son más partidarios del gobierno de Maduro y están menos preocupados por los problemas del país que quienes se consideran conservadores.
En general, las instituciones venezolanas son vistas como una influencia negativa para el país.
Un 68 por ciento tiene una mala opinión del gobierno federal, un 65 por ciento de las cortes, un 63 por ciento de los militares y un 39 por ciento de los medios informativos”.
Es real que la violencia en Venezuela cobra más víctimas mientras más cercanas están las elecciones de 167 diputados a la Asamblea Nacional.
La oposición ha denunciado los hechos, como la muerte durante un mitin proselitista del dirigente de Acción Democrática Luis Manuel Díaz (miembro del MUD, Movimiento de la Unidad Democrática) que marcó un giro de 360 grados en las formas de hacer proselitismo.
Lilian Tintori, la imagen más visible de la oposición, esposa del encarcelado injustamente Leopoldo López, coordinador nacional del partido Voluntad Popular y de las Redes Populares, responsabilizo al oficialismo del atentado, además de insistir que las balas eran para ella.
El MUD, eligió reunirse en sitios cerrados y seguros, en vez de en las calles y plazas cara a cara, por visitas domiciliarias, casa por casa, así como, las redes sociales como herramienta fundamental, al grado que han publicado aplicaciones alternas al Facebook y al Twitter, en caso que el gobierno las bloquee.
Por su parte los oficialistas, utilizan la fórmula 1×10, que consiste en reclutar por cada miembro del partido en el gobierno a 10 probables votantes.
José Guerra, economista y candidato opositor, comentó que: “El sistema electoral es confiable, pero no los árbitros, en referencia al Consejo Electoral. Cuando la votación es masiva, allí no hay fraude que valga, no hay ventajismo que valga porque la gente se decidió a cambiar”.
Leonel Fernández, ex presidente de la Republica Dominicana como mediador por UNISUR, ha convocado a ambas partes a signar un acuerdo de aceptación de los resultados electorales del próximo 6 de diciembre, 2015. El partido oficial no lo ha firmado.
Ante este polvorín (in) Maduro, quien ya adelantó no aceptar los resultados a menos su partido sea el vencedor en los comicios, se cobija en la posibilidad del apoyo de los militares para convertir su gobierno en una dictadura.
La cuestión es, que no todos los militares lo apoyan, tampoco el líder de la Asamblea Diosdado Cabello, quien en público nada de muertito pero en la oscuridad confabula para tumbar al “hijo de Chávez”.
Los ciudadanos, aunque temerosos y amedrentados, urgen la democratización del país. El hartazgo tocó fondo, ojala ocurran masivamente a las urnas para darle la voltereta a este gobierno de opereta sin cabida en el mundo actual.
esta vez, no te creo nada paco…