Cambios en el Consulado General de Nueva York. Obama firmara una orden ejecutiva para el control de armas, ¡por fin! Parte de su legado.
Con tristeza, veremos la partida de la embajadora emérita, cónsul general en NY, Sandra Fuentes-Berain. Su caso por jubilación, bien merecido por su inigualable servicio a México en el exterior, digno, exigente, creativo.
Igual, a Marcela Celorio, segunda a bordo. A quien extrañaremos, aplauso fuerte por su nombramiento como Cónsul General en San Diego.
A ambas mi profundo reconocimiento por su extraorinario trabajo. En su “breve estancia” en la Gran Manzana, lograron lo que sus antecesores no consolidaron, la unión de tantas organizaciones promigrantes, la lucha constante a resaltar los derechos de las mujeres, a los pirrurris profesionales con tanto a aportar los metieron en cintura con convicción para hacer por los demás paisanos. Enorme tarea de personalidades, y egos.
Administrativamente los logros son mayores. La velocidad para acortar los tiempos de las decenas diligencias. Los “Paisas” sienten al Consulado su casa, sin temor, al contrario, con harto agradecimiento, sin descontar el papel primordial en cultura, exposiciones de todo género, bajo el techo del consulado o las propuestas, todas exitosas fuera de ahí.
Este escribidor, vio pasar a tres cónsules generales, cada uno con su estilo, sus propuestas, todos también merecen respeto, sin embargo, el dúo dinámico Sandra-Marcela, si movieron el tapete en consideración de nuestros paisanos que más necesitan. Una hurra con afecto. Mis parabienes y admiración.
Obama y el control de armas. Como es ya su costumbre, con un congreso en contra, el presidente se arma de valor para firmar otra de tantas acciones ejecutivas. En este caso como otro pro migratorio es plausible. Basta de matazones entre conciudadanos, reconozco a la industria de armas poderosas, a quienes solo importa fabricar, vender, exportar sus productos para saciar guerras fratricidas, también en el buen derecho como herramienta de auto defensa personal.
La proliferación-de armas-llego al extremo, jovencitos de color o incoloros matar por matar es una aberración de este siglo, la falta de valores morales, es exuberante. La descomposición familiar espanta. Todos y todas dentro de esta sociedad consumista, con el único objetivo a retirarse rápido, dejan huérfanos a los hijos e hijas desde corta edad, a los 18.
Quién a esa edad es capaz de decidir con cordura, los púberos se refugian en amistades, creencias virtuales, en vez, a atender la dirección de los progenitores quienes los echan de casa, como si fuese una actitud positiva para disque crecer por sí mismos. Una absurda aberración, egoísta, a deshacerse los herederos.
Los valores familiares son el fundamento del crecimiento, quien no acepte esa obligación es condenado a auto inmolarse en la soledad, al fracaso como ser humano responsable.
Abrazo a todos los apreciables lectores. El 2016, nuevamente nos presenta otro reto. Salud, templanza, tolerancia, serenidad.