Ted Cruz, se perfila como el candidato oficial del Partido Republicano el GOP, el Grand Old Party.
Resulta difícil creer que el joven radical senador por Texas, sea ahora considerado por el establishment, el ala ultraconservadora de su partido como el candidato “razonable” en los comicios presidenciales de noviembre próximo.
La reconciliación entre los miembros del GOP inclina la balanza a favor de Cruz y no del locuaz, ofensivo, lenguaraz Donald Trump. Al decir de ellos es el “menos pior” de la diabólica dupla antimigratoria con un concepto de estado para poner a temblar a cualquiera. Principiando por su posición proguerra y al uso de armas entre civiles sin cuestionamiento alguno, entre otros ismos.
Cuando anunció su candidatura a la presidencia, el 23 de marzo del año pasado en la Liberty University, en Lynchburg, en el estado de Virginia, mejor conocido como territorio compartido o commonwealth, se hizo evidente el rechazo por sus pares de partido.
La situación no era menor, llegó al senado “por un pelito” en el 2013. Por si fuera poco, de inmediato acusó a su colega republicano, Chuck Hagel de recibir dinero de Corea del Norte-país comunista, justo durante las audiencias para ser confirmado como secretario de defensa.
Las graves acusaciones escandalizaron a todos, al grado que el presidente del comité de defensa del senado, John McCain de inmediato lo reprendió generando una relación ríspida con sus correligionarios. Sin descontar la agria personalidad del senador cubano-americano y la desaprobación que muchos hacían de él, al considerarlo la reencarnación de aquel funesto senador Joseph McCarthy.
Joseph McCarthy y su equipo, durante sus diez años en el senado, 1947-1957, “fueron famosos por sus investigaciones sobre personas en el gobierno de los Estados Unidos y otros sospechosos de ser agentes soviéticos o simpatizantes del comunismo, infiltrados en la administración pública o el ejército.” Un tema recurrente en la agenda de Cruz, quien desde sus años en la escuela de leyes de Harvard, ya su mente torcida acusaba a compañeros de generación por comunistas.
Esta inquina bien podría ser herencia de su padre, un exiliado de origen cubano. Rafael Edward, “Ted”, Cruz, nació en Calgary, Canadá en 1970. De madre norteamericana, pronto se trasladó a los Estados Unidos en donde se naturalizaría como ciudadano de ese país.
Hasta mayo del año pasado su status migratorio era; canadiense- estadounidense, sin embargo, por las críticas en su contra al respecto, renunció a la nacionalidad canadiense. El peso lo continúa llevando a cuestas. Donald Trump y otros detractores comentan al respecto, que Cruz no debería ser presidente por no ser un ciudadano natural, es decir, que nació en el país.
Constitucionalmente el senador Cruz, tiene todo el derecho a ocupar la Casa Blanca.
En los últimos días ha sido elogiado por sus colegas de partido más conservadores como los senadores David Brooks y John McCain, igual para los menos conservadores y, para los miembros del Tea Party es “su héroe”. Cruz pareciera ser el elemento de cohesión entre sus camaradas de bandería para determinar quien será el candidato oficial.
Ted Cruz ha demostrado ser un contendiente a quien respetar, un precandidato disciplinado, ha evidenciado su capacidad para recaudar fondos para su campaña, un tema del cual se dudaba su suficiencia.
El tono de sus discursos y presentaciones públicas han tomado un tono menos incendiario, se ha suavizado hasta donde los ismos del partido al cual representa parecieran “sensatos.” Como buen político de hornilla fuerte conoce cuando subir de gas y, cuando bajarlo para no echar las simpatías al horno demoniaco.
En las preferencias y encuestas públicas remonta cada día, acercándose al número uno Trump, al día de hoy los resultados son 28 para el desarrollador inmobiliario y, 24 para Cruz, de considerar el margen de error de (+) (-), estaríamos frente a un empate técnico.
De cara al debate del jueves próximo a donde solo asistirán 6 precandidatos, en vez del tropel en el camino. La selección se ha hecho en base a las preferencias ciudadanas. Se espera, esa noche, el encumbramiento del joven senador por Texas.
El desempeño de Cruz un radical disfrazado de oveja no debe, ni es menester olvidar que es un extremista que solo existe por Donald Trump, mas arrebatado, devastador y, xenofóbico a él.