Onda Polar. El caso Florence Cassez. Hillary Clinton, secretaria de estado, comparece ante senadores y representantes del Congreso sobre la inacción en Bengasi. El saldo cuatro muertos, entre ellos, el embajador del país en Libia.
El frío polar que padece La Gran Manzana, con 11 grados centígrados bajo cero, nos mantiene en “arresto domiciliario”, preferible no salir a las ventosas calles y avenidas, a menos que la inminencia de alguna diligencia así lo exija, a padecer la crudeza invernal.
No deberíamos quejarnos, cada invierno siempre trae una racha gélida para la cual estamos preparados, sin embargo, la que aqueja a la ciudad esta semana, y a la tercera parte del norte del país nos ha pillado con desconcierto. El clima, durante el 2012, fue benévolo igual el verano que durante el invierno. No resta más que soportar las inclemencias y mantenernos a buen resguardo.
El inesperado giro que tomó el caso de la francesa, Florence Marie Louise Cassez, sentenciada a 60 años de prisión por su supuesta participación con la banda de secuestradores Zodiaco, deja a la ciudadanía perpleja. La Suprema Corte de Justicia de la Nación le otorgó la libertad inmediata, “por las graves violaciones a sus derechos de presunción de inocencia y debido proceso”.
La cuestión sobre el caso es, ¿por qué se falló hasta hoy a favor de la francesa? La respuesta no podría ser más elocuente. El término de la fallida gestión de Felipe Calderón, abre la cloaca de la impunidad que reinó campante durante su gestión. Qué añadir de su escudero en éstas fechorías, Genaro García Luna.
Si la determinación de la SCJN, fue justa, resta cuestionar la próxima determinación. ¿A quién o a quiénes se debería llamar al banquillo de acusados? ¿A Calderón? ¿A García Luna?… ¿El obtuso andamiaje político-jurídico lo permitiría? Probablemente no. Aunque sería una demostración histórica llamarlos a cuentas. En el pasado, Carlos Salinas de Gortari encarceló al líder de los petroleros, Joaquín Hernández Galicia, La Quina. Y, el ex presidente Zedillo el hermano incómodo de aquél.
Por qué no requerir a éstos dos funestos personajes a explicar sus dichos. Calderón-García Luna. Para la sociedad mexicana representaría una señal esperanzadora, un síntoma del pleno ejercicio de la justicia.
Durante la comparencia, ante miembros de la Comisión de Asuntos de Exteriores del Senado, a Hillary Clinton no le fue bien. De nada le sirvió asumir toda la responsabilidad de los tristes sucesos, en Bengasi del 11 de septiembre pasado, que cobró la vida del embajador en Libia y tres de sus colaboradores a manos de un grupo terrorista.
Tampoco le valió la advertencia en relación a “la dispersión de Al Qaeda en el norte de África y a la inestabilidad e inseguridad provocadas por las revoluciones en varios países árabes.
Durante su presentación hubo de responder y soportar los ataques de los republicanos; el senador, McCain, la acusó de informar con datos falsos sobre el acontecimiento y, el senador, Rand Paul, acusó a Clinton de “falta de liderazgo” en este asunto, y “añadió que, si de él hubiera dependido, la habría destituido por falta de liderazgo”
La secretaria de estado se defendió con coraje, demostró sus cualidades de política y refrendó la viabilidad para ser la candidata presidencial en el 2016. A esta fecha se mantiene como la favorita del partido demócrata con 61% de las preferencias.
Esto nos plantea el por qué del brío de los ataques republicanos a diminuir su imagen pública, de antemano, conocen que representaría un poderoso candidato presidencial difícil de vencer.
Excelente columna!