Día Hábil
La orden desde Palacio Nacional acabó con el sueño guajiro de Citllalli Hernández Mora de ser dirigente de Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
La aún secretaria general del partido que inventó y administra Andrés Manuel López Obrador quería relevar en el cargo a Mario Delgado Carrillo, pero el mensaje fue contundente: será Luisa María Alcalde Luján, la actual secretaria de Gobernación, porque así lo ordena el presidente.
El objetivo es placearla y ponerla en los reflectores para que recorra todo el país y prepararla, desde ahora, para 2030.
No, no está lejos ni falta mucho tiempo.
El tabasqueño que presume austeridad pero vive en un palacio ya piensa en los cuadros y en un posible escenario que permita la continuidad de su proyecto.
Delgado Carrillo será, pese a las críticas porque ya fracasó en el cargo en la Ciudad de México, secretario de Educación federal en el gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo, a partir del 1 de octubre.
La apuesta de la rijosa senadora morenista era muy ambiciosa, pero olvida que no pertenece al primer circulo de López Obrador ni de Sheinbaum Pardo, así que acató la orden y fue obligada a bajarse y a difundir la idea de que “es más importante el encargo, que el cargo”.
Un cuento, una mentira, como el que diariamente receta el señor que cobra como titular del Ejecutivo, que los súbditos de la secta creen y hasta aplauden.
Para nadie es secreto, además, que la relación de Citlalli con Mario es mala, tirante, porque éste siempre la vio como esquirol ya que trabajaba y hacía equipo con Porfirio Muñoz Ledo, que le disputó la dirigencia de Morena y que se definió hasta una tercera encuesta -el método presuntamente democrático que inventó López Obrador-, del Instituto Nacional Electoral (INE), luego de dos que no definieron.
Muñoz Ledo, acusó entonces: “El problema de fondo es que es un proceso corrupto y de trampas tras trampas. Si es necesario, voy a recurrir a la Suprema Corte porque es una grosera violación a los derechos humanos, violación a los derechos políticos. Un equipo de especialistas ha analizado el proceso y Mario Delgado gastó mil 500 millones de pesos, con esos espectaculares, en tiempos y espacios en medios.”
Y se dijo atracado: “Es un bodrio, que tres empresas privadas pisen el estado derecho y al rato pisen la elección presidencial. Es grotesco. Los morenistas se deben dar cuenta que Mario Delgado, el chico del ITAM, va a la derecha acompañado de Marcelo Ebrard con mucho dinero.”
Delgado fue titular de Educación precisamente con Ebrard en el gobierno capitalino, después de ser su secretario de Finanzas, porque el frustrado candidato presidencial lo impulsaba para sucederle en el cargo aunque jamás tuvo carisma.
Habrá que ver a quién manda López Obrador a la secretaría general, pero ya suena Jesús Ramírez Cuevas, su actual vocero en palacio, aunque pesará también la posición de Sheinbaum Pardo, quien no lo quiere porque lo ve detrás de la operación que tiró a Omar García Harfuch como su candidato a relevarla en el gobierno capitalino y promovió a Clara Brugada Molina.
Ciertamente el proceso de sucesión, que deberá estar concluido a finales de septiembre, según dijo ayer Delgado Carrillo, no se compara con la disputa y tensión que significó el de hace cuatro años con Muñoz Ledo como aspirante.
Mea culpa de López: fracasó el INSABI
Andrés Manuel López Obrador reconoció ayer que el Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI) fracasó.
Y que su invento -como el de la elección de jueces, magistrados y ministros, ahora- fue un error que dejó desvalidos a 32 millones de mexicanos que no tenían acceso a los servicios de salud y que eran atendidos por el Seguro Popular, desaparecido por su capricho, sin estudio o análisis.
Una nueva ocurrencia fue enviar al IMSS a todos los beneficiarios del Seguro Popular, luego INSABI, con el cuento de que ahí serán atendidos.
Ah, y canalizó -eso dice- los recursos que se destinaban a ambos proyectos al Seguro Social.
Mentira, el IMSS no puede ni con sus afiliados, imagine si podrá sumar a 32 millones de personas.
El señor al que le quedan afortunadamente dos meses y medio como titular del Ejecutivo también reconoció que extinguir a la Agencia de Noticias del Estado Mexicano (NOTIMEX) fue un error, porque la ex directora Sanjuana Martínez Montemayor no supo negociar, dice, con los trabajadores en huelga.
Cabe recordar cómo Sanjuana acusó al gobierno de Andrés Manuel de exigirle un porcentaje de las liquidaciones para financiar la campaña de Claudia Sheinbaum.
Obvio, jamás se investigó el señalamiento, que implicaba a la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde, hoy en Gobernación… y futura dirigente de Morena.
Así la transparencia en el gobierno de López.
Pero todo se olvida con 2 billones de pesos en becas y pensiones, que significan votos.
Vámonos: ¿A dónde irá Hugo López-Gatell Ramírez, el fracasado zar antiCovid de este fallido gobierno, hoy becado en palacio junto a su amo?
alberto.montoya@diahabil.com.mx @albermontmex