* La ahora Coordinadora morenista en Hidalgo, fue expulsada de la campaña del hoy Senador, por lo que le conoce muy bien sus marrullerías; la llegada de la política sudcaliforniana, representa un dique al plan ranchero que venía tejiendo Ochoa Fernández, desde el 2024, para apoderarse del partido en el Estado. En el Comité Ejecutivo Nacional del partido, no ha pasado desapercibida la avaricia política del legislador, quién incluso en el sexenio de Enrique Peña Nieto, fue frenado cuando buscó auto candidatearse para ser Director de la CFE, razón por la que hasta los priístas le dieron la vuelta
SILOGISMOS
Por Antonio Ortigoza Vázquez / @ortigoza2010
Especial de Expediente Ultra
Tal vez uno de los mayores defectos de Cuauhtémoc Ochoa Fernández sea el no saber ocultar su incontrolable codicia política. Recordemos en tal sentido, un hecho registrado durante el periodo de transición del gobierno saliente de Felipe Calderón Hinojosa y el entrante de Enrique Peña Nieto, cuando se le asignó la encomienda de hacerse cargo de la entrega recepción de las cuentas y pendientes de la Comisión Federal (CFE), de parte del último titular de la entidad pública, en el sexenio panista, Jaime González Aguadé.
Quienes vivieron el episodio, recuerdan que Ochoa Fernández brincaba de gusto, cual enano de tapanco, pensando que tal asignación era el pase automático para ser nombrado Director de la CFE, en la toma de posesión del primero de diciembre del 2012. Su desatada ambición recibió un balde agua helada cuando el ya presidente electo, decidió nombrar para tal cargo a Francisco Rojas Gutiérrez.
El rotundo NO de Peña Nieto, fue apoyado por el ex gobernador de Hidalgo y entonces flamante Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong. Enterado de que le cerraban las puertas de la importante empresa eléctrica, Ochoa hizo un último intento, tocando a la puerta del influyente Luis Videgaray, hombre cercano y de todas las confianzas del entonces Presidente de la República.
La insistencia de Cuauhtémoc Ochoa, llegó a oídos de Peña Nieto, quien de forma tajante reiteró su negativa; de igual forma, su traición a Osorio, lo debilitó ante el recién nombrado Secretario de Gobernación. Como premio de consolación, el hoy senador fue nombrado Subsecretario de Fomento y Normatividad Ambiental de la SEMARNAT, puesto desde el cual echó mano de un ilícito tráfico de influencias para crecer económicamente mediante la instalación de plantas recicladores de basura, en estados como Puebla, convirtiendo en el moderno Rey de la Basura.
Fueron cinco años que fungió en ese cargo federal y en el 2021 ganó la candidatura a diputado federal por el distrito 5 de Hidalgo bajo los colores del Partido Verde. Pero sus aspiraciones políticas buscaban alianzas con el partido que fuera necesario, fue entonces que antes de ocupar su curul en el Congreso de la Unión, se adhirió a Morena, más por interés personal que por convicción ideológica.
Desde ahí comenzó a tejer una red de complicidades y fue donde conoció a Adán Augusto López, con quien inició cierta amistad, siendo designado como coordinador de su campaña en busca de la candidatura presidencial de Morena, en el centro del país. Esta relación con el ex Secretario de Gobernación de la 4T, le permitió conocer al ex Secretario de Gobierno de Baja California Sur, Homero Davis Castro, quien era el promotor encargado de la campaña de Augusto López.
En su cargo, Davis Castro, colocó a su paisana, la también sudcaliforniana, Esthela de Jesús Ponce Beltrán, mujer de amplia experiencia política, como promotora de campaña de Adán Augusto en el Estado de México.
Tras la derrota de Adán Augusto ante el aplastante triunfo de Claudia Sheinbaum, Davis Castro y Ochoa Fernández, comenzaron sus campañas al Senado de la República, Ochoa Fernández convencido de las capacidades de la que fuera la coordinadora del ex Secretario de Gobernación en el EdoMex, contrató a Ponce Beltrán para que fuera la encargada de crear una estructura partidista a su favor y así lograr el triunfo electoral en tierras hidalguenses.
Todo marchaba bien, Ponce Beltrán se incorporó al equipo de Ochoa Fernández dando resultados palpables al candidato a la Cámara Alta, pero un personaje más que cercano a Ochoa Fernández, de nombre Jesús Vinicio Velázquez Colín, una especia de Fouché de quinta y carga maletas del aspirante al Senado, comenzó con intrigas contra esta mujer, a tal grado que Ochoa, sin argumento alguno, colocó como coordinador de su campaña a un personaje osorista de nombre Manuel Sánchez Olvera, quien fuera secretario de Gobierno durante la administración de Osorio Chong y que por ser un asiduo amante al Dios Baco fue destituido del importante cargo, para colocarlo en la Secretaría de Agricultura Estatal, en aquellos tiempos en que el PRI era el dueño absoluto de la política local.
Ponce Beltrán, sufrió el desdén del entonces candidato; fue “despedida”, humillada y lanzada del círculo del ahora senador de la República.
Es importante destacar que desde los tiempos de campaña de la hoy presidenta Claudia Sheinbaum, Ochoa Fernández comenzaba crear un plan ranchero para apoderarse de Morena en Hidalgo. Y para ello, tejió acuerdos con Yolanda Bernal –ligada al super delegado de programas sociales en Hidalgo, Abraham Mendoza Zenteno–, quien fuera fugaz coordinadora estatal del partido guinda, destituida de forma fulminante por parte de la nueva dirigencia nacional de ese partido, por cuestiones de agandalles y simulaciones dentro de las filas de Morena, como lo dimos a conocer en esta columna, hace unas semanas.
El cese de Bernal, se comenta en el partido guinda, provino de la Secretaría de Organización, encabezada nada menos que por Andrés Manuel López Beltrán. Y como efecto colateral, también comienza sonar fuerte el rumor, que el delegado del Bienestar, Mendoza Zenteno será destituido próximamente del cargo que hoy ostenta.
Y las vueltas que da la vida:
Hoy, Ponce Beltrán, la política desechada por Cuauhtémoc Ochoa, ha sido nombrada coordinadora estatal de Morena, designación que representa una derrota más al senador; su plan ranchero de apoderarse del partido en tierras hidalguenses, se le esfuma de las manos, como también la posibilidad de tener injerencia alguna para el proceso electoral del año 2027.
O sea que su desbocada ambición de ser más que un senador, comienzan a esfumarse; y si no, que se lo pregunten al titular de la Secretaría de Organización del CEN de Morena, Andrés Manuel López Beltrán, que desde su cargo está comenzando a poner en orden a aquellos que siguen sin entender que en el Segundo Piso de la 4T, ante todo están el respeto a los principios partidistas y a la militancia, muy por encima de la avaricia política que Ochoa Fernández sigue sin poder ocultar.