Claudia Rodríguez
Con la idea de que 2021 sea para los mexicanos el de la “reconciliación histórica” al celebrar tanto los primeros dos siglos de la Independencia de México, como los 500 años de “La caída de Tenochtitlán”, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha puesto sobre la mesa, que la Corona española presente un perdón público por las “matanzas” e “imposiciones” a nuestro pueblo.
El conducto por el que el Gobierno de México solicito el perdón público del Rey Felipe VI de España para con los mexicanos por el periodo conocido por nosotros como La Conquista, fue enviando una carta ya recibida por el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación. Todo esto, en el contexto de visitas casi recientes a nuestro país, tanto del Rey Felipe VI de España como del presidente del mismo país, Pedro Sánchez.
De la solicitud, lo que más lamentan las autoridades españolas, es que se haya hecho pública la carta y por supuesto su contenido; por lo que han tenido que contestar casi a botepronto que la llegada, hace 500 años de los españoles a las actuales tierras mexicanas no puede juzgarse a la luz de consideraciones contemporáneas y que los pueblos hermanos han sabido siempre leer el pasado compartido sin ira y con una perspectiva constructiva. Es decir, han dicho no al perdón público.
Desde la instrucción primaria, se nos ha enseñado ´cuál la masacre de sangre indígena a costa de los nuevos pobladores que intentaron borrar, ocultar o enterrar; todo vestigio de las costumbres y las culturas nacionales, amparados en el llamado derecho de conquista con el que España quería sumar territorios a su grandeza en aquel tiempo, misma que construía a pasos agigantados.
Los mexicas o aztecas, no se quedaron con las manos cruzadas ante tal evento, eran pueblos guerreros; pero los avances “técnicos” de la Europa, más la brutalidad de las formas, avasallaron o cooptaron a nuestros ancestros.
Mestizos que somos hoy en gran parte los mexicanos, sabemos que nuestro origen se da por ese choque cultural tan acostumbrado en aquellos tiempos, pero que sin duda nos avasalló y maltrató.
Pedir perdón por el poderío y por el derecho de conquista, no cambiaría nada nuestro pasado, que al final explica parte de nuestra historia, de nuestro presente y del propio futuro.
La diplomacia mexicana hace bien en querer aclarar que sí hubo abuso a un acto de la época, mas quienes crean que abreva en positivo el perdón público de la Corona española por la Conquista vivida no tienen el presente a la vista. ¡Seguimos viviendo con tantos capitales españoles a los que Gobiernos mexicanos de otros sexenios no sólo les abrieron la puerta, sino el portón; permitiendo la explotación laboral, apropiación de terrenos y playas nacionales y hasta la reducción o exención de impuestos!
Acta Divina…El presidente Andrés Manuel López Obrador, envió hace algunos días una carta a Felipe VI instándole a reconocer “abusos” durante La Conquista, dando por hecho que hasta que eso no suceda no habrá “reconciliación” plena entre ambos países.
Para advertir… Algunos ya están más que reconciliados y en pleno negocio.
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