DE LINDES
Hace una semana aquí escribí sobre cómo un grupo de Palestinos irrumpieron un festival de música electrónica en Israel, y a partir de ese momento comenzó la barbarie en la Franja de Gaza, una zona del mundo en permanente disputa entre Palestina e Israel, y desafortunadamente desde ese momento los enfrentamientos fueron en aumento. Las batallas han sido feroces, la imagen de escombros y de la devastación causada por los bombardeos incesantes es cosa de todos los días. Y cuando uno piensa que ya se llegó al punto más álgido, acontecen nuevos eventos que complican aún más la situación.
Como el discurso del líder de Hamas, Khalid Meshaal, quien hizo un llamado a los musulmanes para iniciar un día de jihad y tomar las calles del mundo en protesta contra Israel, como el reciente ataque en suelo Sirio, que demuestra que el conflicto está rebasando fronteras. Pero quizás una de las cosas que más han llamado la atención es que en diversas ciudades del mundo las protestas a favor y en contra de lo ocurrido han comenzado a ser más hostiles y la tensión ha aumentado a nivel mundial.
Claro está que iba a haber personas a favor y en contra ya sea de Palestina o de Israel, pero llama la atención de que muchos no comprendan que es imperativo fomentar el diálogo y no favorecer los enfrentamientos para evitar el inicio de una guerra mayor, que podría afectar la estabilidad mundial, porque hay que ser realistas, en este momento en que el COVID golpeó con fuerza a las naciones y a su economía, en que el conflicto Rusia y Ucrania sigue ocurriendo, en que la crisis migratoria está fuera de control, lo que menos necesitamos es que las opiniones se polaricen al grado que más violencia llegue a naciones que hoy permanecen en una calma relativa.
Y en medio de toda la tensión, algunos comienzan a vislumbrar una posible solución en manos de Qatar, porque según los expertos, está nación puede ser la mediadora perfecta para iniciar los diálogos y acuerdos tan necesarios en la región, de hecho se piensa que en las primeras negociaciones se podría tratar el tema de intercambio de rehenes, lo que sin duda ayudaría a calmar los ánimos de ambas naciones.
Hay que tomar en cuenta que no sería la primera vez que Qatar se pone como intermediario entre Hamas e Israel, porque en 2014 favoreció las negociaciones que ayudaron a que los enfrentamientos disminuyeran en la Franja de Gaza, por dicha razón habría que esperar que dicho país árabe logre lo que hoy parece impensable. Pero como bien dijo Juan Luis Vives; “La primera condición para la paz es la voluntad de lograrla.”
JESSICA WOOLRICH