Mauricio Carrera
No me interesa el mundo, sólo ciertos detalles: sus cautelosas máscaras de erotismo, su inventada piedad hacia las criaturas sufrientes, el vocabulario de los verdaderos poetas para dignificar el absurdo, el recíproco abrazo de los perdurables amores, contemplar sin prisa el mar, las nubes que pasan, la autobiográfica luna o el cosmódromo de estrellas e imaginados misterios.