Mauricio Carrera
Mi espejo es diferente. No soy ese hombre encorvado, de caminar cansino por sus malas rodillas y de monótono sobrepeso en su humanidad gigante.
No ese hombre a quien la edad alcanza y le hace abdicar vanidades. No ese hombre que como un doble lastimoso aparece en fotos y pantallas que testimonian verdades. Mi espejo es diferente.