DIARIO DE ANTHONY
Era martes, y de nueva cuenta me había sucedido. Otra vez había caído. Pero, ¡si aquí es donde siempre había estado! ¿Entonces por qué la preocupación de ahora? Yo, no lo sabía. Era muy difícil VERLO. Todos los malditos contrastes de mi vida. De repente, todo a mí alrededor era terrorífico. Sus calles así y así; todo esto era algo que jamás iba a poder EXPLICAR JAMÁS. Y es que, verlo era muy difícil. El por qué yo no había podido HUIR… hacia un lugar mejor, hacia un mundo mejor. ¡Todo daba miedo! Yo había nacido así, CON EL CUERPO COMPLETAMENTE CHINGADO… Pero luego era muy difícil de creerlo.
Hoy, al despertarme, me dolía muchísimo el ojo derecho. Era como si me hayan clavado un maldito cuchillo encima. Entonces fui al mercado, tan solo para comprar algo de mierda para el día de hoy: medio kilo de cochino para asar. Ayer había ganado cincuenta pesotes, los cuales todos se los había dado a mi madre para comprar la carne. Hacía esto para no sentirme un maldito bueno para nada. Después de todo, ¡yo no necesitaba el puto dinero para nada! Porque entonces no sentía ganas de querer o comer nada. ¡Qué más daba entonces quedarme sin un solo puto peso!
Y de repente ya no sabía qué pensar o qué sentir. Todo era pura maldita mediocridad. Casas, escuelas, gobiernos, dizque autoridades, maestros… Todo era puro del tercer mundo. Y sus habitantes también. Así que ¡¿por qué carajos iban a estar como yo: preocupados, hartados, hastiados y demás, si ellos vivían como peces en el más bonito de los mares?!
Me daba mucho miedo mi persona. Y si no fuese por la ultima pastilla de loratadina que me quedaba… ¡Es solo que ya llevaba más de SEIS AÑOS así, combatiendo mi dolor-inflamación con pastillas como esta, que no eran otra más sino antihistamínicos. ¡Yo le tenía muchísimo miedo a tener que ir a PAALIZARME DE NUEVO! El cuerpo, los hombros, la cara; ¡todo estaba así de duro! Muchas veces “bromeé”. Me decía que lo que me había ocasionado toda esta locura era precisamente haber nacido en este tercer mundo. Pero ¡¿por qué?! Es decir, ¡¿por qué carajos no había nacido con lo necesario para poder SOPORTARLO?! Esto es precisamente lo que no puedo ENTENDER.
Muchas veces me pregunté que si mi enfermedad no había sido acaso un reacción lógica ante tanta cosa desagradable. Muchas veces lo sentí como un trauma muy grande y horrible. Eran los ojos los que más me dolían. Ver es la cosa más dolorosa que yo había experimentado. Por lo tanto, un montón de veces deseé PODER ESTAR CIEGO, para ya no poder ver más lo que tanto lastimaba a TODO MI SISTEMA…
“No veo, por lo tanto NO SIENTO”; así de fácil habría sido LIBERARME DE TODO ESTE TERCER MUNDO que tanto daño me hacía. Todo era muy CHISTOSO en este país. Todo era horripilante, empezando por esas personas que lo tenían sumido en toda esta situación… Malditos imbéciles que ni a medios hombres llegaban.
Ahora mismo, todavía me duele la cara, por la inflamación… ¡Pero trato de no perder la poca calma que tengo! De repente he pensado, lo mismo que por aquellos días… “De estar en California, iría a cualquier establecimiento para pedir EMPLEO, sí, pero también AYUDA y comprensión…” Todo esto me da miedo. Ver que todo es real… ¿Por qué TERCER MUNDO? ¿Por qué no pude nacer distinto? Un poco más tarado, un poco más “naco”, un poco más sin cerebro…Un poco más sin esa inquietud por inevitablemente tener que ANALIZARLO TODO…
¡Vamos, frente, cara y demás partes del cuerpo!, me digo. ¡Síganse CURANDO! Hoy es hoy, así que trataré de no pensar en todos los días anteriores a éste, algo muy difícil. Porque entonces vuelve a carcomerme lo poco que de mi alma queda el hecho de no haber sido para mi madre el que siempre me habría gustado ser para ella, más que otra cosa: un proveedor de SEGURIDAD. Una casa, una vida… dinero para la puta comida.
Solamente yo puedo entenderlo. El peso que sobre mi pesa…
A. SMART
Mayo/29/2018