DIARIO DE ANTHONY
¿Puedes escribir, Anthony? Creo que sí. Son las 3 y algo de la tarde. Anoche no podía dormir. Me dolía horrible en la parte donde estaba el quiste. Y sólo pude dormirme, después de horas de darle masajes a toda esta parte.
Y hoy cuando desperté, no quería levantarme. Estaba muerto… Como a eso de las once de la mañana me quebré. Estaba en un pequeño ciber, viendo fotos de G.S. Entonces sentí “envidia” de él, de su guapura… Regresé a casa y, y traté de escribir, lo cual logré. Redacté una hoja y algo de aquel cuento “Lo que se necesita para triunfar”. Luego entonces, después de más de una hora, me harté y me cansé. Entonces lo dejé, cerré mi libreta. ¡Al menos ya había trabajado un poco!
Y no dejé de pensar en éste cuento. Le puse al personaje cosas o sentimientos que yo mismo estaba padeciendo en esos precisos instantes, cosas como temor a salir a la calle… No sabía lo que me sucedía. Entonces me acosté donde siempre, en ese sofá. Y, ¿te digo la verdad? Encontré dolor “neurológico” en mis axilas… y también en mi cabeza. Le di masajes a ambas partes… y poco a poco, por suerte, el dolor se deshizo. Entonces volví a sentirme un poco estable. Me levanté y me largué a comer, pero en cuanto empecé a masticar me aburrí. Al parecer ahora hasta comer lo odiaba…
Cielos, ¡estoy bien! Y no sé cómo explicar lo de tener rinitis. Pasa que mi caso es algo raro. Hace días que te escribí sobre la inflamación de los senos frontales…
Trato de no saberme PATETICO…, ¡pero esto ha dolido tanto! Es por esto que te lo escribo todo con un tono dizque DRAMATICO. Nadie nunca entenderá todo el horror que sentí, todo esto ocasionado por el propio dolor y por las circunstancias de no estar bien…
Cuando veo el mundo, no sólo este país tan triste, miserable y deprimente, veo que soy igual. Pero cuando vuelvo a ver los por qué de mi tristeza y mi vacío… ¿Ves lo que trato de decirte? Ahora mismo por ejemplo, estoy viendo por aquí a un tipo que tiene facha de “perdedor y perdido”. Está sentado ahí, y parece estar “loquito”. ¿Acaso también estará “enfermo”?, me pregunto.
Un mundo lleno donde todo está vacío, y donde todo es vacío. No me voy a jactar más de nada… Y para colmo el cielo está gris, está nublado. Aquí en comala, ya sabes… Estoy bien. ¡Y ahí viene otro viejito que parece ya más muerto que vivo! ¿Por qué? Mide como un metro y camina encorvado. Ahora está buscando envases de plástico, está revolviendo el bote de basura. ¿Acaso estará “enfermo”? Y si lo está, no creo que su enfermedad sea tan dolorosa como la mía. ¡Uay, comála, das miedo! ¡¿Y cuántas personas no hay como él en este mundo de miseria?! Yo soy uno de esos tantos, que aunque no camino “encorvado” físicamente, sí siempre lo he hecho por dentro. El dolor siempre me tuvo doblegado, ¡hasta hoy al medio día! Ahora mismo estoy bien, he caminado erguido, tanto por fuera como por dentro, y aunque aún no estoy bien del todo, pues he avanzado. Lo de hoy es un gran avance.
En el tercer mundo todo es “sucio y deprimente”…, y todo se hace mal, todo se hace de manera mediocre. Perdón. Creo que me he pasado. Yo tampoco hago las cosas bien que digamos… Las hago mal y con muchos errores. Y decir que lo he hecho así porque he estado poseído por el demonio del dolor, no me excusa, en lo absoluto.
Estoy bien, pero no tengo a dónde ir. Y no sé si me gustaría estar allí, en mi trabajo, en aquel lugar de California, tratando de mantener a mi mente lejos de todo lo que me ha sucedido, lejos de todo lo que he perdido. Trabajar y “producir”… dinero.
No sé a dónde ir. Quisiera escapar… Olvidar que estuve atado, literalmente, al maldito dolor. Ahora que me siento un tanto liberado… no tengo a nadie a quien acudir para decirle que… creo que he escapado del maldito infierno del dolor. Enhorabuena, Anthony…
Anthony Smart
Agosto/31/2017
Muna, Yucatán, Comála.