DIARIO DE ANTHONY
1:25 p.m. “Mexic-anos y mexic-anas. Estamos hoy aquí reunidos para rendir honor a un puto y chingado mexic-ano. Alguien que luchó por nuestro chingado país, alguien que persiguió a los chingados rateros políticos y demás. Jo, mexic-anos. Yo, Copetitos Mariconcitos, me siento muy acongojado por la muerte de Anthony “chingado” Smart. ¡Démosles un aplauso…! ¡Ehh! Bravo, maricones…”
En este chingado país nadie se tomaba nada en serio. Los mexic-anos todos eran unos bufones. Yo había nacido con cimientos sobre la arena… Y este país me horroriza y me trauma. Y vengo de terminar comiendo, y otra vez he expulsado mocos, y quisiera ya no estar aquí, aquí donde todo es horroroso y sin sentido.
Ok. Muchos mexic-anos no se quejan y jamás lo harán, porque es sus naturalezas. Haber nacido para ser “mexic-anos” era sus destinos, pero no el mío. A mí me habría gustado ser alguien más, pero, ya me ves, tengo rinitis. ¡Y duele un chingo! Por primera vez te lo digo. ¡Duele un chingo! Tu frente pesa, mi frente pesa.
Es la peor de las locuras. ¡Es como estar DEPRIMIDO las putas 24 horas del día! Pero no es depresión, solamente es cansancio y pesadez ocasionado por, en este caso, mis mocos.
Y ya llevo CINCO AÑOS, 5, Y UN MES, 1, EXPULSANDO MOCOS, mocos que se me habían acumulado aquí en toda mi cara y frente. …Se me obstruye la nariz y ya no puedo respirar…
En este puto y maldito y asqueroso país, en donde yo no puedo nada, ¡y en donde ninguna puta y chingada autoridad me ha querido ayudar…! Rotarios, otra vez se los digo: ¡VAYANSE A CHINGAR A SUS MADRES, este 10 de mayo, putos malnacidos!
Me odio por lo que me ha sucedido. Y por lo visto SIGO VOMITANDO “odio”. Y los quiero ver como Primo Levi dice en su poema: con enfermedades, sin nadie a sus lados, y con sus casas derrumbadas encima de ustedes. Sí, ¡así los quiero ver!
Y yo, Anthony “comalero” Smart, un mexic-anito mesticito, que es feíto y negrito… ¡Vaya! ¡otra vez estoy burlandome de mí mismo! Y ya lo necesitaba. Porque mientras más me burlo, más me doy cuenta de que sigo mejorando.
Mi cuerpo, pero sobre todo mi moral, trato de reforzarlo. Trato de no desfallecer. Ya al rato me voy a ganar 40 putos pesos mexic-anos para dárselos a mi madre, ya sabes, para la puta comida.
Y hoy he ido a una escuela, pero esa directora no estaba. En esa escuela los niños todavía no me conocen, y a mis cuentos tampoco. Así que estoy sin un puto peso. ¡Pero está bien! Sigo como puedo. Y aunque trato de no sentirme culpable, no lo consigo. Todo me atosiga y me persigue. El mero hecho de no tener una vida y un puto empleo para ganar una miseria. Pero esto es Comála…
Comalos y comalas… Hoy, hoy, ¡hoy! Un imbécil con botas, no yo, otro imbécil analfabeto… ¡Qué asco! Este maldito país gobernado por un pobre diablo con un copete ridículo… y cada vez que lo pienso, no puedo entender cómo es que los desgraciados mexic-anos pudieron permitir algo así… Ah, ya sé. ¡Es porque les gusta mucho la mala vida! Y sólo para esto han nacido, para chingar o ser chingados. Y tú, Octavito Paz, vete a chingar a tu mamá también.
Feliz 10 de mayo, a todas las madres… y a todos los desmadres de mi comála méxico. 1:40 p.m.
¡Viva comálaméxico, imbéciles!
ANTHONY SMART
Mayo/08/2017