Francisco Rodríguez
Miguel Ángel Osorio Chong es el gran fracasado del peñato. Por dedicarse a los negocios con dineros públicos, descuidó la seguridad pública que él mismo pidió se le encargara y ni qué decir de la gobernabilidad del país. Y ello trajo como consecuencia que no alcanzara la meta que se había trazado desde que su “cuate” y cómplice Enrique Peña Nieto lo invitara a ocupar la cartera de Gobernación, antecedente casi casi natural de la ansiada candidatura presidencial.
Con el oficial mayor de la dependencia asentada en el viejo Palacete de los Covián, Jorge Márquez Montes, colocó delegados federales de cuanta dependencia tiene el gobierno federal en las entidades de la República no sólo para apuntalar la tan deseada cuan fallida candidatura presidencial, también para hacerse de un “cochinito” como en su momento lo había hecho su aliada Rosario Robles.
Negocios y más negocios con sus hermanos, con las queridas de los hermanos, dinero por doquier.
Pero es con Rosario Robles con quien más complicidades políticas lo unen. Su involucramiento en el caso de la triangulación de contratos millonarios por al menos 825 millones de pesos, porque dos universidades, una televisora estatal y diversas empresas fantasmas se ubican en Hidalgo, estado donde la influencia política del ahora senador plurinominal fue innegable en el periodo en que se cometieron los desvíos.
Es en el entramado descubierto por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) del caso de las universidades que se prestaron para simular contratos con las secretarías de Desarrollo Social (Sedesol) y de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), cuando fueron encabezadas por Rosario Robles Berlanga, el entonces secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio, puede verse involucrado, en caso de que se profundice en las indagatorias y los involucrados revelen quiénes les dieron las instrucciones para incurrir en este caso de corrupción.
Y es que durante el periodo 2014-2016, cuando la ASF comenzó a detectar este modus operandi, que la llevó a presentar denuncias penales en los años 2016 y 2017, la influencia política del entonces secretario de Gobernación, Osorio Chong, en Hidalgo, el cual gobernó del 2005 al 2011, era innegable, no sólo porque concluyó su gobiernos con una importante fortaleza política, sino por su posición como secretario de Gobernación y su influencia en el entonces gobernador Francisco Olvera.
La indagatoria de la ASF señaló que a las universidades Politécnica de la Huasteca y Politécnica de Francisco I. Madero, así como el Sistema de Radio y Televisión de Hidalgo, fueron utilizadas por la Sedesol y la Sedatu para simular contratos que jamás se prestaron.
Dinero, dinero y más dinero. Y ahora, aunque lo niega, dos secuaces de Osorio Chong han sido capturados con millones de pesos en efectivo a bordo de un vehículo.
¿Para su fin de semana? ¿Para la defensa de su presunta cómplice Rosario Robles?¿Para apoyar la campaña proselitista de alguno de los candidatos a la presidencia del CEN del PRI?
Gran perdedor en lo político. ¿Triunfante en lo económico? ¿Aún?
“Desde Iztapalapa para el mundo”
Vía telefónica, el ex delegado del entonces DDF en Iztapalapa, Jesús Salvador Valencia Guzmán, brinda al escribidor su versión con respecto al anterior Balconeando:
Enfático, niega que la posición de Margarita Darlene Rojas Olvera como presidente de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje obedezca a una posición que a él le haya entregado el ex Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera. “No somos del mismo equipo. Por el contrario, podría decirse que somos opositores políticos”, me dijo mutatis mutandi.
Abundó: “La posición de Margarita Darlene, quien sí trabajó en posiciones cercanas a Mancera, se debe a méritos propios”.
Aclara: Con ella no mantiene una relación sentimental, tampoco es su concubina. Es su esposa.
Considera que es discriminatorio señalar como “de Iztapalapa” a quienes arribaron a posiciones en la Junta y que recién fueron despedidos, aún cuando provengan de cargos ocupados en la administración de esa demarcación política que ahora es alcaldía.
Y asume como sus “propios demonios” aquél choque en la camioneta “prestada” por un contratista, que no deben ser cargados a la cuenta de su esposa.
Servido.
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