Al parecer, el presidente Andrés Manuel López Obrador y el líder de Morena en el Senado, Ricardo Monreal, están manteniendo lejos al senador y líder minero, Napoleón Gómez Urrutia.
Varios hechos lo demuestran. Tal vez se están dando cuenta de que sus negativos, lejos de traer beneficios, están afectando los intereses de sectores que apoyan a la 4T.
Una muestra de la línea divisoria trazada desde la Presidencia hacia “Napito”, es que el mandatario asistió el lunes a un evento que encabezó el secretario general de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM), Pedro Haces Barba, al puro estilo sindicalista de los mejores tiempos que encabezó Fidel Velázquez.
También, López Obrador confirmó su presencia al Congreso Nacional de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), que lidera Carlos Aceves del Olmo, que se realizará el 23 de febrero. Sin embargo, no ha aceptado la invitación para respaldar la Confederación Internacional de Trabajadores de Gómez Urrutia, y con la que pretende ser el contrapeso al sindicalismo mexicano que por años ha encabezado la CTM.
Otra muestra del distanciamiento con “Napito”, es la iniciativa contra la tercerización laboral que impulsó el líder sindical. Lo que no sabía es que encontraría un fuerte opositor: Ricardo Monreal Ávila.
La propuesta, en caso de ser aprobada, pone en riesgo empleos e inversión, además de la negociación del T-MEC.
Ante la falta de apoyo a su iniciativa, el líder minero buscó dar el madruguete, pues al encabezar la Comisión del Trabajo y Previsión Social del Senado, se aprobó el dictamen de la iniciativa, en la que ignoró las iniciativas en la materia que presentaron sus compañeros de bancada, pero no llegó al pleno gracias a una maniobra de Monreal.
El zacatecano la regresó a comisiones y se pronunció por un Parlamento Abierto para revisarla y “enriquecerla” al escuchar todas las voces involucradas en el tema como son los empresarios y los propios trabajadores.
Algunos círculos cercanos a Monreal comentaron de una reunión, la semana pasada, con empresario judíos y que le comentaron sobre la iniciativa de “Napito”; va contra el empleo y la libertad laboral pues busca crear controles del corporativismo sindical, le dijeron.
Ambos puntos muestran una clara intención de “alejarse” de Gómez Urrutia, personaje el cual rescataron y trajeron desde Canadá, donde se autoexilió, e hicieron senador.
Rumores dicen que habrá cambios en comisiones del Senado, con lo que podrían ponerle un alto a “Napito”.
Algo que no se debe olvidar es que Gómez Urrutia es cuestionando por su doble nacionalidad, -mexicana y canadiense-, así como su falta de respuesta a las acusaciones en su contra por malversar un fondo de 50 millones de dólares que pertenecía a trabajadores mineros. Pareciera que hasta ahora, la 4T tomará cartas en el asunto.