Lilia Arellano
“Nadie puede librar a los hombres del dolor, pero le será perdonado a aquel que haga renacer de ellos el valor para soportarlo”: Selma Lagerlof
• ¡Dolor!
• Sube a 225 suma de muertos por sismo
• Exhibida la incapacidad gubernamental
• Rescate heroico: la sociedad organizada
• Trágica la repetición histórica de sismos
• Donald Trump habla con E. Peña Nieto
Septiembre 20, 2017.- Mientras la sociedad civil organizada se movilizó para recuperarse del sismo de 7.1 grados del martes, el cual provocó hasta el momento al menos 225 muertos en México, las autoridades federales, estatales y capitalina exhibieron parálisis, entumecimiento, ineficacia y burocratismo ante el dolor de cientos de familias, quienes buscan afanosamente a sus familiares, muchos de ellos niños. Oficialmente se tienen registrados 94 fallecidos en la capital de la República, 43 en Puebla, 13 en el Estado de México, 4 en Guerrero y uno en Oaxaca, de acuerdo al reporte de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación, donde se espera la cifra aumente, pues se reportan personas desaparecidas, las cuales se teme estén en los escombros de decenas de edificios derrumbados. Medio centenar de edificios colapsaron en zonas del centro y sur de la Ciudad de México, donde muchas personas observaban desalentadas sus hogares severamente dañados.
El presidente Enrique Peña Nieto decretó tres días de luto nacional. El seguro de desastres se hará efectivo para enfrentar la tragedia, señaló el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong. José Antonio Meade, secretario de Hacienda, precisó se aplicarán estos recursos sin afectar la ayuda que se brinda a Oaxaca y Chiapas. Miguel Ángel Mancera, jefe de gobierno de la Ciudad de México, confirmó se hace frente a los hechos gracias a voluntarios, rescatistas y sociedad que colabora activamente. Reportó 94 muertos en la ciudad, 38 inmuebles colapsados y al menos 52 personas rescatadas con vida de os escombros. El sismo exhibió a México sin liderazgos políticos, con dirigentes sin credibilidad. El país sigue adelante por la solidaridad inmediata y activa de muchos ciudadanos, quienes organizaron brigadas de ayuda, aportaron artículos básicos para esas tareas, ofrecieron compartir sus casas o departamentos para quienes se quedaron sin hogar, dieron aventones en sus automóviles, caminaron grandes distancias, etcétera.
La movilidad ciudadana contrastó con la lentitud de los mandos políticos del país, sus estructuras de operación y los mecanismos de protección civil, seguridad pública y atención a la ciudadanía, los cuales mostraron una total ineficiencia. En las entidades más golpeadas: Ciudad de México, Puebla, Morelos, Estado de México y Chiapas, los mandatarios exhiben se encuentran más concentrados en la grilla política rumbo al 2018 que en la atención de las poblaciones bajo su responsabilidad: Miguel Ángel Mancera está preocupado por ser candidato presidencial desde un frente partidista; Rafael Moreno Valle busca la candidatura panista con la estructura gubernamental de Puebla a su servicio; Graco Ramírez ya abandonó su pretensión de ser abanderado presidencial del PRD; y Manuel Velasco, sólo ve al futuro. En el Estado de México, el recién llegado Alfredo del Mazo, alista la fuerza roja de la entidad para la próxima contienda electoral federal.
Un dolor intenso, profundo, se resintió en los lugares donde brigadistas seguían trabajando este miércoles en los edificios colapsados. Entre los escombros del Colegio Enrique Rébsamen, en Coapa, seguía la búsqueda de personas. En ese lugar se habían contabilizado 28 decesos, el rescate de 13 personas con vida y aún se buscaba a tres. Tras más de 24 horas de esfuerzos, fueron rescatadas en las últimas horas otras dos personas. Las labores de rescate avanzaron con lentitud. Lo mismo ocurría en los trabajos de rescate en Escocia 30, en la colonia del Valle, donde los voluntarios y una célula de Topos acusaron que autoridades de Sedena, Protección Civil y la Unidad de Rescate de la PF interrumpieron los trabajos de rescate. Los topos fueron retirados por los militares. “Nosotros escuchábamos a gente con vida. Llegó el Ejército y nos pidieron que nos retiráramos para colocar un radar, pero la verdad se tardó y por eso cuando volvimos a entrar ya no había vida”, señaló uno de los topos.
Del multifamiliar de Tlalpan, brigadistas lograron sacar en la madrugada de entre los escombros a dos menores de edad. “Aquí estoy mi amor, ya saliste”, dijo su madre a uno de los dos niños. Los brigadistas seguían en la búsqueda de sobrevivientes en ese edificio colapsado que tenía cinco niveles y, por lo menos, 30 departamentos. En el edificio que colapsó en la lateral de Viaducto, esquina con Torreón, en la colonia Roma, los cuerpos de rescate lograron sacar con vida a tres personas. Aún quedaban atrapadas personas en ese inmueble de 16 pisos. Los brigadistas también sacaron tres cadáveres. En un edificio de la colonia Lindavista, fue sacado con vida José Luis Ponce, de 64 años de edad. De entre los escombros han sido rescatadas 20 personas más con vida en colonias de la delegación Benito Juárez, cinco en un derrumbe en Santa Cruz Atoyac, siete de otro en la Piedad Narvarte, y ocho más en un edificio colapsado en la Del Valle. Voces entre los escombros de los inmuebles colapsados mantiene viva la esperanza de paramédicos y rescatistas voluntarios. Los trabajos continúan con cientos de voluntarios y elementos de corporaciones de seguridad.
Las calles de las colonias Roma, Hipódromo y Condesa permanecen sin luz y en algunos casos no sirve el sistema de semaforización. Vallas metálicas restringen el paso a muchas personas que se han acercado para ofrecerse como socorristas. En sitios aledaños, operan centros de acopio, en donde la gente continua llegando con agua, alimentos y medicamentos. En un edificio de oficinas de la calle de Álvaro Obregón 286, lograron salvar con vida a 26 personas. Elementos de Protección Civil indicaron había en el interior 47 trabajadores. Los trabajos de rescate siguen.
Suman cinco fallecidos en el campus de la Ciudad de México del Tecnológico de Monterrey. “Las labores de rescate y búsqueda siguen y se mantuvieron durante toda la noche”, señaló en un comunicado. Los puentes peatonales que comunican dos edificios del Tec colapsaron debido al sismo y en ellos quedaron personas atrapadas. Estudiantes y trabajadores acudieron para quitar los escombros y auxiliar a sus compañeros. Elementos de la Marina apoyaron los trabajos con otros grupos de rescatistas.
Al menos 27 edificios de la delegación Cuauhtémoc tienen riesgo de colapso, informó la demarcación: seis edificios en la colonia Juárez y seis más en la Cuauhtémoc están en riesgo luego del sismo del martes, además de tres en la Roma Norte y tres en Buenavista. Otros edificios en riesgo de colapso se ubicaron en las colonias San Rafael, Obrera, Hipódromo Condesa, Guerrero, Dolores y Centro. De acuerdo con las cifras oficiales, van ocho edificios colapsados en Roma Norte; tres en cada una de las colonias Juárez, Hipódromo, Guerrero y Cuauhtémoc; dos en Obrera y Centro y uno en Santa María la Rivera, Roma Sur, Condesa y Atlampa.
En el estado de Puebla, la cifra de personas fallecidas por el sismo que azotó la zona central del país ascendió a 43. El gobernador Antonio Fali Fayad informó que hay 230 personas damnificadas y más de 105 personas heridas. La zona más afectada es la Mixteca poblana. Los daños ocurrieron en iglesias, edificios públicos y escuelas. Más de 60 iglesias resultaron afectadas en Puebla, Atzala y otras zonas de la entidad.
El número de muertos en el Estado de México aumentó a 13, informó el gobierno del Estado. En la entidad se inicio un censo para determinar cuántos inmuebles resultaron afectados y poder ayudar a los damnificados. Hasta el momento se tienen contabilizadas 35 escuelas con afectaciones estructurales. El sistema de transporte Mexicable opera en forma normal y el servicio de energía eléctrica se había restablecido en un 95 por ciento.
Muy pronto nos daremos cuenta que, otra vez, nos han mentido. Las cifras oficiales no concuerdan con las de las víctimas del temblor contabilizadas por los ciudadanos. Entre ellos se habla de centenas de edificios colapsados en la Ciudad de México y puntualizan en la carencia de personal experimentado o de técnicos peritos para determinar cuántos de ellos pueden volver a habitarse o de plano aumentarán el número de entidades sacudidas por los terremotos. También sabremos hasta dónde llegó la rapiña y de ella quiénes fueron los que la encabezaron: delincuentes de la calle o delincuencia organizada detrás de los escritorios. No serán los resultados electorales los que definan las actuaciones gubernamentales, los yerros cometidos, las acciones no emprendidas causantes de muerte, sino la satisfacción o insatisfacción mostrada en vivo ante medios de comunicación dispuestos a seguir revelando la verdad y solamente la verdad.
TRÁGICA REPETICIÓN HISTÓRICA
Seguimos siendo millones quienes vimos reaparecer el escenario del 19 de septiembre de 1985. Lo imborrable de los recuerdos nos trasladan a días antes del sismo que destruyó buena parte de la Ciudad de México y desintegró a miles de familias. En la colonia Santa María la Rivera, justo frente al legendario parque cuyo kiosko sigue siendo el punto de reunión de parejas de enamorados, sitio seleccionado por bandas musicales para hacer de los domingos un día de convivencia al estilo de muchos pueblos del interior del país, renovaron un viejo edificio. Quedó precioso y atendiendo al letrero “condominios en venta”, preguntamos por el precio: 8 millones de pesos. Quedó apartado el departamento del último piso de palabra, el propietario del inmueble carecía de la documentación de compra-venta.
Ese mismo día se llevaba a cabo una cena en el departamento que ocupaba con mis hijos en el edificio Tamaulipas, ubicado sobre la avenida Manuel González, a media cuadra de Paseo de la Reforma. El motivo: la terminación de una renovación interior total. Se pusieron muebles para baño nuevos, cocina integral, hubo cambio de tapices y cortinas, así como de la alfombra. La invitación incluía a un par de delegados del entonces Departamento del Distrito Federal y algunos diputados. Con estos recuerdos se llega al 18 de septiembre por la noche, cuando al solicitar horario y lugar para emprender con el equipo de prensa otra gira del presidente Miguel de la Madrid, el encargado de la logística, Rosell es su apellido, escucho mi voz ronca y enseguida protestó: no vayas si estas mal porque en Lázaro Cárdenas -Michoacán- está haciendo un calor del carajo y vamos con mucha prisa, así que llevarte enferma nos va a meter retrasos. Aseguró me haría llegar a tiempo el material para poder enviar la información al vespertino de Ovaciones.
A sabiendas de ya no salir fuera le dije a mi hijo que iríamos con el dentista por lo que no acudiría a la escuela. Como la cita se hizo para las once y media de la mañana, había oportunidad de permanecer un tiempo más en la cama. Justo ahí, todavía medio dormida, me llegó la voz de la secretaria del hogar, gritaba: ¡señora, señora, está temblando! Quise incorporarme y la fuerza del sismo me devolvió a la posición horizontal y, cuando al fin logré levantarme, vi como caía la pared de la recámara y aparecían mis vecinos hincados rezando. Confundida me dirigí a la ventana en lugar de hacerlo hacia el closet y en segundos vi cómo se desintegraba el edificio Nuevo León, uno de los más altos de Tlatelolco. Ya con mi hijo tomado de la mano intentábamos cruzar la sala, ese recorrido representaba un riesgo porque los libreros se desprendían de la pared y amenazaban aplastarnos.
Al llegar a la puerta y abrirla, el plafón de la escalera cayó a nuestros pies generando la percepción de que el edificio se derrumbaba. En el área del estacionamiento ya se encontraban prácticamente todos los ocupantes del edificio y, sin excepción, hombres y mujeres lloraban abrazados. De inmediato se hizo el caos vehicular por lo que de aventón llegue a la secundaria de mis hijas. Por fortuna maestros y directora lograron evitar cundiera el pánico entre las alumnas. Los dejé en casa de sus abuelos y me dirigí al periódico. Esa mañana, por cierto, el entonces director de la primera edición, Gabriel Parra, había abordado el avión que lo llevaría a Rusia escasos 15 minutos antes de que se registrara el sismo.
La noche del 18 de septiembre, un día antes de su partida y del terremoto, Don Gabriel nos invitó a una cena de despedida en su departamento en la colonia Roma. Saboreamos un exquisito pozole guerrerense especialidad de su nana, una señora de cerca de 70 años, amable, risueña, simpática como pocas. Por la madrugada me despertó el timbre del teléfono… era el director. Extrañada le escuché pedirme una veladora, pensaba en su madre muerta y le entraron ganas de prender una luz. Una de las características de mi entonces jefe era su ateísmo por lo que le recomendé pusiera la veladora arriba del refrigerador. Charlamos mientras llegaba el chofer a recoger lo solicitado.
Me indicaron tendría que ir de inmediato a la Roma, a checar como había quedado el edificio del director de la primera de Ovaciones. Portábamos por entonces una credencial metálica y otra enmicada dentro de un estuche de piel, ambas proporcionadas por la dirección general del diario, y con ellas pretendía romper una zona acordonada por personas en riesgo al detectarse fuertes olores a gas. “Pase señorita” me dijeron tras bajar la cuerda, mejor dicho el mecate con el cual ubicados en uno y otro extremo de la calle, impedían circularan vehículos y los habitantes de toda una manzana, justo en donde se ubicaba el inmueble habitado por don Gabriel en un piso superior al de la hermana de Manuel Alonso, director de prensa de la Presidencia.
“Por favor, cuando se presente la explosión no vaya a dejar de mostrar su credencial… para salvarse”. Si el sismo ha sido una de las peores experiencias en mi vida, lo dicho por ese paisano resultó la mejor lección. Desde entonces jamás he vuelto a portar una credencial, ni siquiera una tarjeta de presentación. Por aire, por tierra, fuimos testigos del dolor, de la desesperación, del luto, de la angustia de no encontrar a sus familiares ni en los hospitales ni en los estadios convertidos en una gigantesca morgue. Resultó esta búsqueda un auténtico peregrinar de miles de personas. El cielo se tornaba gris, el ambiente denso, los olores lastimaban, los ruidos se confundían entre gritos, rezos y los motores de vehículos y maquinaria.
Técnicos japoneses llegaron a estudiar el impacto del sismo en las construcciones. El edificio habitado por don Gabriel se desprendió desde la raíz y quedó con el estacionamiento como azotea. La nana, murió. La hermana de Manuel Alonso tardó muchos meses en recuperarse y no del todo. Los del edificio Tamaulipas tendríamos que esperar fuera revisado para poder entrar a los departamentos. Los formadores del diario se dieron a la tarea de ir a recoger mis pertenencias, después de vivir la experiencia del derrumbe del Nuevo León y la percepción de irse a pique donde yo vivía, prometí no regresar a ese lugar jamás y… después de 32 años he dado muchas vueltas, pero no circulo por la avenida Manuel González.
El aparato de gobierno tanto capitalino como el federal fue rebasado. No lograban reaccionar y la población ya estaba en plena faena de rescate. Llegaron aviones cargados de alimentos, ropa, agua, diversos artículos de primera necesidad y hasta zapatos, procedentes del extranjero. Decenas de países mostraron su solidaridad no sólo de palabra sino con estos envíos. Poco llegó a su destino. El saqueo llevado a cabo por el personal de miembros del gabinete y de directores de área designados para la supervisión, no se hizo esperar.
Un par de semanas después hubo un desayuno conferencia de prensa llevado a cabo en la Sedena. Gabriel Parra reclamó un pequeño cofre depositado en el closet de su recámara el cual, le dijeron quienes estuvieron todo el tiempo pendientes de las acciones del Ejército en el lugar, fue tomado por los mílites. El General depositó la mirada en su asistente y le preguntó: “sabes algo de ese cofrecito”, No, contesto. Baúl y contenido no volvieron a ser vistos. El pillaje duró días, semanas y no se distinguía de cuál tipo de delincuencia organizada se trataba.
Cuatro o cinco días después del terremoto fui a ver el departamento apartado en el edificio renovado ubicado en la nueva Santa María. Fue sorprende escuchar al propietario del edificio decir: “lo siento, pero como a mi edificio no le paso nada con este temblor, el departamento ya no vale 8 millones sino 14”.
Treinta y dos años después, la ciudadanía demostró sigue siendo la misma, con la carga y la incapacidad demostrada y con la cual vive el gobierno descubrimos a una sociedad en movimiento, pero desde su fundación. Ningún ingrediente falta cuando de seguir en los negocios se trata, negando las autoridades sean esos los fines, por lo tanto…
DE LOS PASILLOS
Muy orgullosos informan desde la Secretaría de Relaciones Exteriores y Los Pinos la llegada de textos de solidaridad de distintos países del orbe. Anteriormente, los pésames y las muestras de solidaridad se presentaban acompañadas del anuncio del envío de uno o varios aviones cargados con medicinas, víveres, ropa y otros artículos necesarios en el hogar. En el presente, nos quedamos solamente con las palabras y la vergüenza de saber que en estos países tienen perfectamente definido el grado de corrupción y los eventos de rapiña encabezadas nada más y nada menos que por funcionarios mexicanos… Tras el sismo en el centro de México, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, habló este miércoles con su homólogo mexicano, Enrique Peña Nieto, informó Sarah Huckabbee Sanders, vocera de la Casa Blanca… Anteriormente, Trump recibió críticas por tardarse seis días en expresar sus condolencias por el sismo de magnitud 8.1 que causó muertes en Oaxaca y Chiapas el pasado 7 de septiembre…
Para la reconstrucción de las zonas dañadas por los sismos será necesario etiquetar recursos especiales, coincidieron diputados del PAN, PRD y Morena. Lo más conveniente es que el jefe de gobierno de la Ciudad de México, así como los gobernadores de Oaxaca, Chiapas, Morelos, Puebla y Veracruz sean quienes definan con exactitud cuánto dinero necesitan y cómo lo van a aplicar, señaló Federico Doring, vicecoordinador del PAN. Vidal Llerenas, de Morena, aseguró que los diputados de su bancada se dedicarán a lograr que la Ciudad de México reciba el presupuesto necesario. Jesús Zambrano, del PRD, manifestó que la prioridad de los diputados será determinar la bolsa del presupuesto a destinar a la reconstrucción.
El Ejército mexicano implementó el Plan DN-III en los cinco estados que han presentado las mayores afectaciones por el sismo y desplegó más de 8 mil elementos en la Ciudad de México, Morelos, Puebla, Guerrero y Estado de México. Informó instaló 53 albergues, 30 en la capital de la República, 6 en el Edomex, 6 en Morelos, 9 en Puebla y 2 en Guerrero, a fin de proporcionar refugio y alimentación a las personas afectadas. También reportó la instalación de un centro de operaciones en la Base Aérea de Santa Lucía, así como un helipuerto en el Campo “Marte” para la evacuación de heridos y traslado de víveres. “El actual despliegue “no afecta las labores del Plan DN-III-E que se están realizando de forma ininterrumpida en los estados de Oaxaca y Chipas”, subrayó la dependencia.
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