Magno Garcimarrero
Atendí la invitación hecha por los medios de comunicación, para inscribirme como derechohabiente de la atención médica a cargo del seguro IMSS-BIENESTAR.
La promoción ofrece dos posibilidades, asistir personalmente a algún centro médico o, hacerlo vía internet desde casa.
Opté por la segunda opción por parecerme más cómoda. Al inicio del trámite, la máquina me muestra un garabato que debo dilucidar para demostrar que no soy un robot o artefacto parecido… Me quedé pasmado… sobrecogido… Un pensamiento atacó mi cabeza:
¡¿Cómo, una máquina, ósea una computadora, o sea un robot, me está reclamando que demuestre yo que no soy un robot?! ¡Hasta donde ha llegado la civilización actual! ¡Ahora las máquinas dominan las acciones humanas! ¡Hemos llegado al grado de tener que demostrar a un robot que somos seres humanos! ¡Ahora si estamos jodidos!