Trivialidades
Francisco Reyes Isidoro
Quizá de los momentos “más traumáticos” que viví cuando niño, fue cuando mi mamá me mandaba a comprar tortillas y tenía que hacer fila para poder comprar un kilogramo de ese básico alimento para los mexicanos.
Eran los años 70´s en Coatzacoalcos, Veracruz, en mi bello México. Estudiaba en la escuela primaria Niños Héroes de Chapultepec a tres cuadras de donde vivía: Román Marín número 502, frente a un parquecito que hoy se le conoce como “el del beso”.
Cerca de ahí había tres tortillerías. La primera de los hermanos Millán a la cual no me mandaban porque tenía que atravesar la avenida Nicolás Bravo y eso era muy peligroso; la segunda, la tortillería Leorges que era de mucho más peligro ir porque había que pasar las avenidas Hidalgo y Juárez que también tenían mucho flujo vehicular.
Entonces la opción era caminar por la banqueta a la tortillería de don Luis en la avenida Malpica casi esquina con Guerrero, a dos cuadras de mi casa. Y lo “traumático” era que tenía que hacer fila por varios minutos bajo el abrasante sol de Coatza. Pero no había de otra. Esa era la forma de comprar tortillas en mi niñez.
Ya durante mi juventud al mudarnos de casa, también en Coatzacoalcos, nos fuimos a vivir enfrente de donde todavía hay una tortillería llamada “Mynsa”. Solo había que dar unos pasos, atravesar una pequeña calle y listo.
La modernidad en la venta de tortillas llegó cuando aparecieron los moto-repartidores, quienes de forma escandalosa haciendo sonar el claxon anunciaban su cercanía y la gente salía a comprar el medio kilo o kilo en la misma puerta de su casa. De ahí pasamos a las llamadas tiendas de conveniencia -yo vivía ya en Xalapa-, en donde las personas van a las “hieleras” y ahí agarran las tortillas tibias y bien sudadas por el vapor acumulado. Pero…
Lo que jamás me imaginé es que a estas alturas de mi vida las tortillas las tendría que comprar a través de paquetería. Más específico en Amazon.
Explico.
Ahora que he dado algunas vueltas por el mundo, me enteré, lo viví, me consta, que muchos paisanos que viven en los Estados Unidos extrañan las tortillas de maíz, por lo que tienen que pedirlas a través de paquetería. Sí, a través de Amazon. Tortillas delivery dirían los gringos.
Si estás suscrito a esta plataforma de comercio electrónico puedes ordenar una caja de la tortillería El Milagro -la más conocida- que contiene 40 bolsas con 10 tortillas cada una. El costo es de 80 dólares la caja en un solo pago -más o menos mil 600 pesos mexicanos-, pero también puedes pagarlas en 4 pagos de 20 dólares semanalmente. El tiempo de llegada es de aproximadamente 7 días. Obviamente son tortillas congeladas.
En varias ciudades de Estados Unidos hay muchas tiendas latinas que también venden la misma marca de tortillas o de algunas otras, pero tampoco es que abunden estos negocios, por lo que en ocasiones hay que manejar de 15 y hasta 30 minutos para ir por ellas. Pero eso es lo que hay.
Pero si tienes la versión de Amazon Prime, pides tus tortillas desde la aplicación de tu teléfono celular y te llegarán al día siguiente.
De tal forma que, aquello que alguna vez fue “traumático” para mí, ahora es un bello recuerdo cuando disfruté los ricos alimentos que preparaba mi mamá. Eso sí, con unas tortillas calientitas recién salidas del molino.