Hay ocasiones en que los tiempos históricos se conjugan con hombres clave que llegan a representar las aspiraciones más abiertas y deseadas por nosotros los gobernados. Tales son los ejemplos de Luis Donaldo Colosio Murrieta y Carlos Manzo Rodríguez.
El primero el día seis de marzo de mil novecientos noventa y cuatro y el segundo treinta y un años después, ambos ante el pueblo de México expusieron sendos discursos que los llevaron a la muerte; los dos con su verbo quisieron finiquitar esquemas y programas sobre los actuares de la narco-política y, esos dos mexicanos efectuaron férreas defensas para obtener un México mejor.
Las arengas efectuadas por desgracia no fueron escuchadas en su momento por las autoridades que nos gobernaban y gobiernan, esas malas gobernanzas prefirieron y prefieren dar continuidad a la deleznable política de alianza con la narco-delincuencia.
Las muertes de uno y otro trajeron como consecuencia millones de protestas causadas por esos aberrantes atentados, que sólo pueden entenderse, como un hartazgo a esa insana forma de gobernar con complicidad.
México desea en este segundo piso de la Cuarta Transformación de la Nación, que la Sra. Claudia Sheinbaum Pardo, dé inicio a un verdadero combate a la corrupción propiciada por el fenómeno de la narco-política, la cual corroe a todas las órdenes de gobierno; no se diga en el ámbito de procuración e impartición de justicia que padecemos por ese servilismo y cortesanía que prefiere entregarse al mejor postor.
La abogacía independiente de la Nación, por ello considera que los tiempos se repiten -no en un simbolismo de parábolas- sino en los hechos muy concretos de los discursos expresados por dichos personajes.
Las fuerzas de la oratoria de los dos, resultan ser un ejemplo de virilidad y enfrentamiento a la política de sumisión a la delincuencia, que pretende enraizar a esos forajidos en los cargos públicos; no olvidando que, el Congreso de la Unión, cuya mayoría deviene en escandalosa sumisión a esa política de “abrazos y besos a la delincuencia”.
Las palabras externadas por ambos, constituyen valientes conceptos en dónde se destaca la incontrovertible verdad que padece nuestro México.
Vaya para ambos un aplauso y una entusiasta felicitación por querer ver a un México libre de narco-política. Ambas figuras y discursos movieron en su momento a México.
Anteriores gobernantes han tenido miedo al cambio, ¿Logrará la Primera Magistrada de la Nación llevarnos al cambio que México requiere?
Es cuánto.
Lic. Alberto Woolrich Ortiz.
Presidente de la Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, A.C..




